DESCANSAR EL ESPÍRITU PLANTANDO UN FRUTAL

Plantar un frutal es una actividad maravillosa que puede ayudar a descansar el espíritu de varias maneras:

Conexión con la naturaleza: Al plantar un árbol frutal, te sumerges en la naturaleza y te conectas con ella de una manera más profunda. La tierra, el sol, el agua y el aire se convierten en tus aliados, y esta conexión puede tener un efecto calmante en el espíritu.
Ciclo de vida: La siembra de un árbol frutal te permite ser testigo del ciclo de vida completo de una planta, desde la siembra hasta la cosecha. Esto puede inspirar un sentido de asombro y gratitud por la belleza y la maravilla de la vida en la Tierra.
Crecimiento personal: Cuidar un árbol frutal requiere paciencia, atención y compromiso a lo largo del tiempo. Este proceso de cuidado y observación puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y la reflexión.
Sentido de propósito: Al plantar un árbol frutal, estás contribuyendo al medio ambiente y proporcionando alimentos para ti y para otros en el futuro. Este sentido de propósito puede brindar satisfacción y alegría al espíritu.
En resumen, plantar un árbol frutal puede ser una experiencia profundamente satisfactoria que nutre el espíritu y brinda conexión con la naturaleza y un sentido de propósito.

Guarda las semillas de un limón y úsalas para plantar tu propio limonero. Una vez que hayas quitado las semillas del limón, mantenlas húmedas hasta que las plantes en la tierra. Los limoneros necesitan un drenaje adecuado, luz solar y humedad. Asimismo, florecen en climas cálidos y tropicales. Puedes cultivar limoneros tanto para conseguir limones como para decoración.

 

1- Corta un limón por la mitad. Quítale las semillas, raspándolas con la punta del cuchillo.

2- Enjuaga las semillas para quitarles el jugo y la pulpa.

3- Llena una maceta de turba para germinar con tierra para macetas. Planta una semilla de limón en cada maceta de turba por separado a media pulgada de profundidad.

4- Riega la tierra para mantenerla húmeda. Pon las macetas sobre una bandeja para que no caigan las gotas de agua al suelo.

5- Cubre las macetas de turba holgadamente con una envoltura de plástico. Sitúa la bandeja en un lugar cálido hasta que broten las semillas. Continúa regando la tierra para mantenerla húmeda.

6- Quita la envoltura de plástico y pon las plántulas en una ventana que reciba luz solar. Mantén las semillas en las macetas de turba hasta que las raíces hayan crecido hasta el fondo.

7- Trasplanta las plántulas del limonero a una maceta de 6 pulgadas con tierra fresca. Planta las plántulas del limonero a la misma profundidad en que estaba creciendo en la maceta de turba.

8- Riega el limonero y mantenlo en un lugar soleado. Lleva la maceta al exterior durante el verano. Asimismo, cuando el limonero alcance una altura de 6 pulgadas, trasplántalo al exterior, donde reciba bastante luz solar. Pon la tierra a 4 pies de profundidad y agrega el abono para mantener saludable al limonero. Planta el árbol a la misma profundidad en que estaba creciendo en la maceta de turba.

Cómo lograr que el limonero dé frutos

Los limoneros son árboles de auto-polinización y no necesitan de otro árbol para dar frutos. Sin embargo, necesitan las correctas condiciones y cuidado a lo largo de su vida temprana para producir sus frutos. Si tu limonero tiene más de siete años de edad y aún no ha dado frutos quizás debas hacer algunos ajustes al suelo. Saber cómo crear el entorno óptimo para obtener los frutos cítricos te ayudará a lograr que tu limonero dé frutos.

1- Planta el árbol en una maceta donde en climas donde la temperatura baje a menos de 20 grados Fahrenheit (-6,7º Celsius) y éntralo al interior durante los meses de invierno. Los limones requieren de todo el sol que puedan recibir durante su etapa de crecimiento en primavera y verano. Asegúrate de que el suelo y la maceta estén bien drenados si estás plantando el árbol en un contenedor.

2- Cuida de tu árbol durante los próximos cuatro o siete años, que es cuando alcanzará la madurez y comenzará a dar frutos. Riega el limonero a menudo, manteniendo el suelo uniformemente húmero para las plantas de contenedor. Fertiliza el suelo una vez al mes durante la estación de crecimiento con 2 cucharadas de fertilizante de nitrógeno desparramadas bajo el árbol.

3- Verifica las condiciones del suelo si tu árbol aún no da frutos luego de siete años. El limonero requiere de un sueño con un balance del pH que caiga entre 6,1 y 7,8. En este punto podrás también percibir si el suelo tiene alguna deficiencia de nutrientes.

4- Mejora el suelo con lo que sea que necesite para recuperar su fertilidad. Si está muy ácido, que es probable, aplica lima. Una vez que el suelo esté balanceado, el limonero debería comenzar a dar frutos porque tendrá los nutrientes necesarios para prosperar.

Etapas de crecimiento de un limonero

El nombre botánico del limonero es Citrus limón. Estos árboles son fáciles de cultivar y cuidar. Cuando florecen, emanan una fragancia extremadamente dulce. Incluso las hojas trituradas de este árbol tienen una dulce fragancia cítrica. Los limoneros necesitan mucha agua pero no demasiada lluvia y producen frutos en abundancia de manera casi continua. Los limoneros atraviesan cuatro etapas de crecimiento: inducción floral, floración, cuajado del fruto y maduración.

Inducción floral

La inducción floral en los limoneros comienza en noviembre y se extiende hasta principios de enero. Este proceso es influenciado por cualquier tipo de estrés ambiental que afecte al árbol. El aplanamiento de los brotes desarrollados comienza a notarse a finales de enero.

Floración

La etapa de floración de un limonero depende en gran medida de factores ambientales como la humedad en el suelo y la temperatura. Bajo condiciones óptimas de crecimiento, estos árboles alcanzan una floración plena durante la primavera. El limonero tiene dos picos máximos de floración en cada temporada y continúa haciéndolo con menos intensidad durante el resto de año. Las flores blancas de cinco pétalos aparecen solas o en grupos. Los granos de polen son pegajosos y las flores se someten a la autopolinización o a la polinización cruzada de los insectos que se ven atraídos por su intensa fragancia.

Cuajado del fruto

Durante esta etapa, la flor o el ovario entran en un período de transición para convertirse en un fruto joven, que sigue creciendo hasta alcanzar la madurez. Cualquier falla durante el cuajado del fruto se conoce como abscisión. Esto puede ocurrir en cualquier momento luego de que el ovario ha crecido de manera significativa. El cuajado del fruto y la abscisión se ven influenciados en gran medida por la intensidad de la floración, el cuidado del árbol y las condiciones climáticas.

Maduración

La maduración apropiada de los limones es muy importante, ya que afecta el tiempo de conservación y la calidad y el sabor del fruto. Si los frutos se cosechan antes de que alcancen la plena madurez, serán de menor calidad cuando eventualmente lo hagan. En lo que respecta a la maduración, los frutos se dividen en dos grupos: los que no pueden continuar con el proceso de maduración una vez que son retirados de la planta y los que sí lo hacen. Los cítricos pertenecen al primer grupo, por lo tanto, deben alcanzar la plena maduración antes de la cosecha.

Mantener nuestro limonero

Los limoneros son un agregado vibrante para cualquier patio y son relativamente fáciles de mantener. Los limoneros tienen una estructura parecida al del sauce llorón, con ramas largas, delgadas y flexibles. Las ramas pueden romperse fácilmente cuando la carga de los frutos se vuelve demasiado pesada o si hay fuertes vientos golpeando el árbol. El plantado apropiado y el mantenimiento general de los limoneros son simples y pueden resultar en un árbol saludable con una cosecha generosa.

Ubicación

La ubicación óptima para plantar un limonero es en un lugar soleado protegido de los vientos fuertes y las heladas. La tierra necesita tener un buen drenaje. Si tu ubicación geográfica tiene un suelo de arcilla gruesa, usa un suelo elevado para plantar el limonero. El agujero del árbol debería ser muy amplio y con forma de cuenca.

Cuidado general

Usa un fertilizador para el limonero que contenga una alta concentración de nitrógeno. Será suficiente con un fertilizante especial para árboles cítricos o un fertilizador mezclado que tenga mucho nitrógeno. Si el limonero tiene hojas maduras de color amarillento, podría tener deficiencia de nitrógeno. En este caso, usa un fertilizador líquido como Thrive, que contiene alto contenido de nitrógeno y puede ser utilizado para introducirle nitrógeno rápidamente al árbol. Si las hojas jóvenes se están poniendo amarillas, el árbol tal vez no tenga hierro debido a un drenaje pobre o a una tierra inapropiada. En este caso, rocía quelato de hierro para que se pueda absorber en la tierra. Además, el limonero podría tener deficiencia de magnesio si notas bordes amarillos en las hojas viejas, creando un triángulo verde en la parte de abajo de las mismas. La sal de epsom puede usarse para restaurar el magnesio en el árbol. Asegúrate de eliminar cualquier otra causa que pueda hacer que las hojas se pongan amarillas, como factores climáticos o estrés hídrico, antes de usar productos para restaurar los materiales deficientes. Es importante regar el limonero todos los días, particularmente en climas cálidos o ventosos, ya que el sistema superficial de las raíces hace que se sequen rápidamente. El regado del limonero debería hacerse alrededor y más allá de la línea del goteo. Si no se riega apropiadamente, el árbol podría dejar caer fruta inmadura, flores y hojas. Para mantener húmedas las raíces y para alejar la mala hierba del limonero, llena el área alrededor del árbol con mantillo. Mantén el mantillo lejos del tronco del árbol para que no se pudra, y pon el mantillo a menos de 7 cm de profundidad. Los limoneros requieren poca poda. Simplemente poda cualquier rama indomable y corta la madera muerta. Tal vez quieras cortar las ramas que están colgando por lo bajo para mantener al aire circulando bajo el árbol. Esto prevendrá que se formen hongos.

Pestes

Es importante intentar prevenir los bichos e insectos que puedan causar daño poniendo huevos o habitando en el árbol. Las cochinillas pueden manejarse aplicándole aceite para plagas o aceite blanco al árbol. Las avispas de las agallas a veces ponen huevos en los limoneros. La evidencia de que están incluyen vástagos voluminosos y grumosos. Corta las agallas y destrúyelas. Si las hojas del limonero se distorsionaron y se volvieron plateadas, tal vez hayan minadores de hojas viviendo dentro de los tejidos de las hojas jóvenes. Simplemente corta y destruye las hojas dañadas. Usa pesticidas solo como último recurso, ya que también matarán a los insectos beneficiosos.

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