Determinan el riesgo que tienen los vehículos de ser arrastrados durante inundaciones. -El investigador de la Universitat Politècnica de València, Ricardo Bocanegra, ha desarrollado una metodología que determina el riesgo que tienen los vehículos de ser arrastrados durante un periodo de inundaciones.
Este es uno de los resultados del trabajo presentado en la Asamblea General de la EGU y en la VI Edición de las jornadas técnicas del IIAMA, y que forma parte de sus estudios de tesis doctoral – dirigida por los profesores Francisco Vallés y Félix Francés- en los que pretende desarrollar una metodología que evalúe el riesgo de las inundaciones fluviales en los vehículos.
La investigación tiene su origen en que las inundaciones pueden afectar en forma importante los vehículos y éstos a su vez pueden incrementar los efectos negativos de las inundaciones cuando son arrastrados por la corriente de agua. La mayor parte de fallecidos cuando hay un periodo intenso de precipitaciones, se produce por circular con el vehículo por zonas inundadas.
“De hecho, en 2013 una inundación en la ciudad de La Plata (Argentina) causó la muerte de más de 60 personas e inundó y arrastró una gran cantidad de coches. O más recientemente, las inundaciones del pasado otoño en Sant Llorenç (Mallorca) produjeron 11 víctimas mortales, de las que 9 se encontraban dentro de su vehículo”, afirma Ricardo.
Además, diferentes estudios vaticinan que el impacto del cambio climático unido al crecimiento urbanístico, incrementará la probabilidad de que se presenten inundaciones urbanas, por lo que una adecuada gestión del territorio requiere la identificación del riesgo al que están sometidos los vehículos durante las inundaciones.
“La determinación de los niveles de riesgo a los que estarán sometidos los vehículos durante inundaciones puede contribuir significativamente a la implementación de acciones que permitan disminuir los efectos negativos de este tipo de eventos”, sostiene Ricardo Bocanegra.
Estas razones han llevado al investigador colombiano a desarrollar una técnica que establece qué zonas son más peligrosas o dónde existe mayor riesgo de que los vehículos sean arrastrados en un período de lluvias intensas.
Metodología desarrollada
En primer lugar se ha definido el riesgo como “la combinación de la probabilidad de que un vehículo sea arrastrado o flote (peligrosidad) y la densidad de tráfico o vehículos parqueados en la zona inundada (vulnerabilidad)”. Posteriormente, se ha tenido en cuenta los resultados de la modelación hidrodinámica del flujo en las zonas inundadas, el cálculo de la estabilidad de los vehículos debido a la acción del flujo sobre los coches y la distribución del parque automóvil.
“Para implementar la técnica es necesario conocer las características técnicas del parque de vehículos, las características hidrodinámicas de las inundaciones (profundidad y velocidad del flujo) y la densidad y distribución de coches que transitan o están aparcados en la zona”, afirma el investigador del IIAMA.
El objetivo principal de la metodología es generar mapas que establezcan las zonas de los municipios con mayor peligrosidad para evitar que los vehículos transiten durante periodos intensos de precipitaciones.
“Con los mapas se identifican las zonas más críticas de cada localidad, lo cual permiten articular medidas de prevención ante inminentes episodios de lluvias torrenciales y mejorar los planes de emergencia municipales, lo que redunda directamente en la seguridad y bienestar del ciudadano”, resalta el investigador colombiano.
El caso de la Rambla del Poyo
La metodología se ha aplicado en la Rambla del Poyo que presenta un alto porcentaje de meses sin precipitaciones y eventos extraordinarios con grandes caudales. Concretamente se ha implementado en los municipios de Massanassa y Alfafar que están localizados en la parte baja de la cuenca, “aunque se podría aplicar en cualquier zona”, indica Ricardo.
En este sentido, los resultados indican que los coches estacionados o que transitan por los cascos urbanos de dichas localidades, están sometidos a un riesgo relativamente alto como consecuencia de hipotéticos desbordamientos de la Rambla del Poyo.
Fuente: IIAMA UPV