Damos a conocer la noticia emitida por la importante Agencia SINC. Aún sin confirmaciones, falta de nombres propios, ni rechazos de los implicados en el asunto, la publicamos para conocimiento de nuestros lectores. DCA
Un total de 110 premios nobel han firmado ya una carta dirigida a Greenpeace, así como a las Naciones Unidas y a los gobiernos de todo el mundo, para que cesen las campañas antitransgénicos. “¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un crimen contra la humanidad?”, dice el escrito.
SINC | | 01 julio 2016 12:46
El Programa de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas asegura que la producción mundial de alimentos, piensos y fibra deberá duplicarse en 2050 para satisfacer las demandas del aumento de la población mundial.
Una carta dirigida a los líderes de Greenpeace, las Naciones Unidas y a los mandatarios de todo el planeta, firmada por 110 premios nobel en los campos de la física, la química, la economía y la medicina, hace un llamamiento para que se ponga fin a las campañas contra los transgénicos, y en particular contra el arroz dorado.
Este alimento fue creado para evitar la ceguera infantil y el texto enfatiza el potencial que tiene «de reducir o eliminar gran parte de la muerte y la enfermedad causada por una deficiencia de vitamina A”, cuyo mayor impacto se centra en las personas más pobres de África y el Sudeste Asiático.
“¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un crimen contra la humanidad?”, concluye la carta
“Instamos a Greenpeace y sus seguidores a volver a examinar la experiencia de los agricultores y los consumidores en todo el mundo con cultivos y alimentos mejorados mediante la biotecnología, para que reconozcan las conclusiones de los organismos científicos competentes y los organismos reguladores, y abandonen su campaña contra los organismos modificados genéticamente en general, y el arroz dorado en especial”, apunta el texto.
La Organización Mundial de la Salud estima que 250 millones de personas sufren carencia de esta vitamina, de los cuales un 40% son niños menores de cinco años de los países en desarrollo.
“Hay que hacer todo lo posible para oponerse a las acciones de Greenpeace y acelerar el acceso de los agricultores a todas las herramientas de la biología moderna, especialmente a las semillas mejoradas a través de la biotecnología.
La oposición basada en la emoción y el dogma, en contradicción con los datos, debe pararse. ¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un crimen contra la humanidad», concluía la carta.
«El arroz dorado ha fallado como una solución y no está actualmente disponible para la venta», argumenta Wilhelmina Pelegrina
El Programa de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas asegura que la producción mundial de alimentos, piensos y fibra deberá duplicarse en 2050 para satisfacer las demandas del aumento de la población mundial.
Reacción de Greenpeace ante las acusaciones
La organización ecologista ha respondido a esta petición asegurando que el arroz dorado “ni siquiera existe”. «El arroz dorado ha fallado como una solución y no está actualmente disponible para la venta, incluso después de más de 20 años de investigación”, dice en un comunicado de Greenpeace Wilhelmina Pelegrina, responsable de agricultura del Sudeste de Asia.
La activista añade: “Este costoso experimento no ha logrado producir resultados en los últimos 20 años además y ha desviado la atención de métodos que sí funcionan. En lugar de invertir en este ejercicio sobrevaluado de relaciones públicas, tenemos que hacer frente a la desnutrición a través de una dieta más diversa, el acceso equitativo a la alimentación y la agricultura ecológica
El arroz dorado apareció por primera vez en los titulares de portada de la revista TIME, donde se afirmaba: Este arroz podría salvar a un millón de niños al año” (1). Para no ser menos, el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, declaró: “Si pudiéramos conseguir más arroz dorado, que es la cepa genéticamente modificada del arroz, muy rico en vitamina A, se podrían salvar 40.000 vidas diariamente, evitando la malnutrición y la muerte”(2). De acuerdo con Adrian Dubock, un ejecutivo de la corporación Zeneca, que ahora forma parte de Syngenta, el gigante de los cultivos transgénicos, que aboga también por la comercialización de este arroz en los países ricos, “no hay tiempo que perder, un retraso de un mes supone 50.000 niños ciegos al mes” (3).
Un artículo de la CNN destacaba que el arroz dorado estaba ya listo para su cultivo: “Los científicos que promueven los alimentos transgénicos ya han desarrollado un arroz amarillo, o dorado, rico en vitamina A e hierro, que ayuda a prevenir la anemia y la ceguera, especialmente entre los niños” (4). El Congreso de los Estados Unidos en un foro especial titulado ¿La Biotecnología puede resolver el hambre en el mundo?, todavía fue más allá al declarar que “el arroz dorado que ha sido modificado para contener mayor cantidad de vitaminas… ya está salvando la vista a miles de niños en las zonas más pobres de Asia “ (5).
Pero ninguna de estas afirmaciones es cierta. No hay ninguna evidencia que apoye la afirmación de que el arroz dorado “salve la vista de miles de niños”.
La cuestión principal se centra sobre el contenido en beta-caroteno. Las cifras de que se disponen muestran que el arroz dorado sólo presenta pequeñas cantidades de vitamina A o su precursora, la provitamina A. Peor aún: cuando el arroz se cocina, la cantidad de provitamina A se reduce a sólo un 50%. (6)
Esto no concuerda con las afirmaciones de Adrian Dubock de Zeneca realizadas en el año 2000: “Los niveles de pro-vitamina A que nos proponíamos conseguir, y hemos obtenido, son suficientes como para proporcionar el nivel mínimo de pro-vitamina A para prevenir el desarrollo de la ceguera irreversible, que afecta a 500.000 niños al año, y para aliviar de manera significativa la deficiencia en vitamina A que afecta a 124 millones de niños en 26 países” (7)
Pero el mismo co-inventor del Arroz Dorado, Ingo Potrykus, se vio obligado en 2001, cuando Greenpeace destacó los bajos niveles de pro-vitamina A presentes en el Arroz Dorado, a decir:” Me alegro de que Greenpeace realice una crítica sobre una base racional… También reconozco que Greenpeace ha detectado niveles muy bajos de vitamina A en el arroz dorado…Lo sabremos a ciencia cierta cuando realicemos nuestras evaluaciones de bioseguridad… ya que son precisos más datos, siendo pocos hasta la fecha”.
Según Potrykus “estamos, por supuesto, trabajando en el aumento de la concentración de provitamina A, y hay varias posibilidades que estamos probando… Tenemos buenos razones para creer que nuestro enfoque tendrá éxito. Es necesario tener paciencia durante unos años, hasta que podamos verificar o no esta posibilidad”. (8)
Potrykus no fue el único en reconocer que aún quedaba mucho trabajo por hacer. Ese mismo año, Gordon Conway, presidente de la Fundación Rockefeller, que financió el desarrollo del Arroz Dorado, escribió: “La publicidad que se ha hecho sobre el Arroz Dorado por parte de la Industria y de los medios de comunicación, en general, ha olvidado que se trata de un producto en investigación, que requiere de un desarrollo todavía considerable antes de que esté a disposición de los agricultores y los consumidores”. (9)