El especialista mexicano en ingeniería biomédica de la Universidad Iberoamericana, doctor Juan Pablo Agusil Antonoff, asegura que el virus del Ébola puede ser detectado rápidamente antes de que la enfermedad avance y pueda causar la muerte al paciente.
Mediante una conferencia impartida en la Universidad Iberamericana, indicó que el Ébola se puede detectar mediante una microfuídica, que es el estudio de fluidos de los volúmenes de líquidos en espacios muy pequeños.
El científico Agusil Antonoff es quien desarrolla un doctorado en nanotecnología en España, impartió la conferencia llamada “Microfluídica” en el Espacio Biomédico de la universidad mexicana, en donde les aseguró a los presentes que si el estudio fuera utilizado en todos los países que presentan pacientes con Ébola, podrían tratarse antes de que el virus avanzara, sobre todo cuando no se tiene cura para la enfermedad.
“La microfluídica es un sistema de detección que a partir de muestras de fluidos corporales (sangre, saliva u orina) permite saber con rapidez si un parásito, bacteria o virus se introdujo al organismo de una persona, hecho evidenciado por la producción de anticuerpos“, explicó el investigador.
“La sensibilidad de la microfluídica es tan alta que puede descubrir las mínimas cantidades de anticuerpos en el organismo de una persona, además que es suficiente con un solo día de haberse infectado, por ejemplo, de Ébola o del virus de inmunodeficiencia humana (VIH)”.
El experto señaló que dicha sensibilidad permite que en el mismo momento de la detección de la enfermedad quien la padezca sea aislado y no exponga a otros a un contagio, se debe evitar que se afecte la calidad de vida del paciente, pues al estar informado oportunamente de su condición, puede iniciar el tratamiento médico cuanto antes, incluso salvarle la vida.
Otra de las ventajas es que la microfuídica evita ir a los laboratorios clínicos u hospitales, ya que existen dispositivos con la tecnología que se pueden tener en casa, así como las pruebas de embarazo o los glucómetros caseros, un tipo de muestras desechables y no contagiosas.
Aunque la microfluídica se conoce desde hace mucho tiempo, pues las plantas la emplean para llevar agua desde sus raíces hasta sus hojas, fue a principios de los años 90 del siglo pasado cuando se le empezó a dar un uso específico.
La microfluídica estudia cómo aplicar esas diferentes propiedades físicas que tienen los líquidos a la investigación de productos, creación de medicamentos o trabajo con células, y puso como ejemplo una prueba de embarazo.
También se puede usar en el cultivo de células, para en el futuro crear un órgano y no tener que emplear en las pruebas de laboratorio para el desarrollo de medicamentos, ratones o seres humanos.
Agusil Antonoff colabora también con el Instituto de Bioingeniería de Cataluña, centro dedicado a la investigación de fenómenos químicos, físicos, biológicos y bioquímicos, desde el nivel celular hasta el robótico, para mejorar la salud de las personas.
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