SanCor cerró su planta en Córdoba y tres localidades más.
Son las usinas de Brinkman, Charlone, Moldes y Centeno. Esta medida dejaría en la calle a 500 personas. La empresa espera el cierre de otras dos plantas y si no aparece un comprador, peligra el empleo de otras 1.000 personas.
Tras la negativa del Gobierno a brindarle ayuda, SanCor dejó inactivas cuatro plantas y dejaría en la calle a 500 personas, lo que derivó en una alerta de Pablo Moyano, jefe del sindicato de Camioneros. Las plantas suspendidas son las de las localidades de Brinkman, Charlone, Moldes y Centeno, en Santa Fe, donde los encargados recibieron la orden de no recibir materia prima. Y no serían las únicas: la empresa busca bajar de 15 a 9 establecimientos en operación y achicar la nómina de 4.000 a 2.500 trabajadores. De ahí que aún peligran los puestos de otras 1.000 familias.
El directorio de SanCor busca un nuevo comprador o alguna forma de auxilio financiero para contener la deuda que contrajo y que se desmadró por la capitalización de intereses impagables, según informó La Política Online. La caída de actividad a la mitad, provocada por las inundaciones en la cuenca lechera de Córdoba y Santa Fe, aceleró la necesidad de reestructuración. Dos semanas atrás, se reunieron los directivos de SanCor con el presidente Macri en la Casa Rosada. Según informó Clarín, le habrían presentado un plan de reestructuración y un pedido de auxilio financiero por $4.000 millones.
El Gobierno se negó porque consideró irresponsable de parte de la empresa convalidar un 40% de aumento en los sueldos, complicando al resto de la industria, luego de haber necesitado desprenderse de su línea de postres y yogures y flanes para recapitalizarse. También les habría recordado que ya les habían prestado $250 millones. Ahora, la láctea de Santa Fe y Córdoba negocia otro crédito por 450 millones de dólares con distintos bancos para capear la crisis, sin aportes del Estado.