Las IRM podrían ayudar a orientar la atención neurológica de los bebés prematuros
Los escáneres cerebrales tras el nacimiento podrían determinar problemas potenciales del desarrollo, encuentra un estudio
Traducido del inglés: jueves, 19 de enero, de 2017 (HealthDay News) — Administrar IRM – Imágenes por Resonancia Magnética – poco después del nacimiento podría ayudar a determinar qué bebés prematuros han sufrido una lesión cerebral que afectará su desarrollo, informa un nuevo estudio.
Parece que los médicos pueden predecir qué bebés prematuros sufrirán problemas motores, del pensamiento y del lenguaje en el futuro usando IRM para identificar lesiones específicas en la materia blanca de su cerebro, apuntó el investigador principal, el Dr. Steven Miller.
Miller es director de neurología en el Hospital de Niños Enfermos de Toronto, Canadá.
Las fluctuaciones en la presión arterial que ocurren con regularidad en los bebés prematuros pueden provocar una falta de flujo sanguíneo u oxígeno en el cerebro, dañando la materia blanca, explicó Miller.
Además, dijo el Dr. Gregory Lodygensky, investigador clínico en la Universidad de Montreal, las lesiones en la materia blanca también ocurren debido a la inflamación y la infección que sufren esos bebés tan vulnerables.
Específicamente, el estudio encontró que las lesiones de la materia blanca en los lóbulos frontales del cerebro parecen tener el peor impacto en el desarrollo futuro del bebé, en comparación con el daño en la materia blanca en otros lugares del cerebro.
Por ejemplo, los bebés prematuros con unas lesiones más grandes en el lóbulo frontal tenían 79 veces más probabilidades de desarrollar problemas del pensamiento que los bebés sin ese tipo de lesión. Y tenían 64 veces más probabilidades de sufrir problemas con el desarrollo motor, reportaron los investigadores.
El lóbulo frontal es el área del cerebro que regula la resolución de problemas, la memoria, las habilidades de lenguaje y las habilidades de movimiento voluntario, dijeron los autores del estudio.
«Como clínico, cuando veo lesiones en el lóbulo frontal, les presto mucha más atención», aseguró Miller. «Empiezo a tomar un tiempo para pensar en el lugar en que están las lesiones, y no solo en su tamaño».
Más de uno de cada 10 bebés nace de forma prematura en Estados Unidos, antes de las 37 semanas de gestación, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Y más de un 70 por ciento de los bebés nacidos antes de las 31 semanas de gestación sufren lesiones en la materia blanca, un tejido vital que vincula las distintas regiones del cerebro, anotó Lodygensky en un editorial que acompañó al estudio.
Pero hasta ahora los médicos no han podido probar un vínculo directo entre ese daño y los problemas futuros en el desarrollo, dijo Miller.
La investigación con escáneres cerebrales se ha enfocado principalmente en el volumen total de la lesión en la materia blanca, pero algunos niños con muchas lesiones en el cerebro se desarrollan con normalidad, mientras que otros con menos lesiones sufren de problemas del desarrollo, anotó Miller.
«Hemos visto que esas puntuaciones clínicas no son predictores perfectos de cómo les irá a los niños al final», dijo. «Queríamos avanzar en la conversación, no ver cuánta lesión había en el cerebro sino comprender cómo la ubicación de las lesiones impacta a los resultados de los bebés».
Miller y su equipo realizaron IRM a 216 bebés nacidos a un promedio de 28 semanas de gestación. Los investigadores evaluaron tanto el volumen como la ubicación de la lesión en la materia blanca.
El equipo de investigación volvió a visitar a 58 de los bebés a la edad de 18 meses, y realizó evaluaciones motoras, de pensamiento y de lenguaje para determinar cómo había procedido su desarrollo. Esas evaluaciones revelaron que el daño en los lóbulos frontales importaba más que el daño en otros sitios del cerebro.
Un mayor volumen de esas pequeñas áreas de lesión en el lóbulo frontal podía predecir problemas del pensamiento, encontraron los investigadores. Pero un mayor volumen de áreas pequeñas de lesión, independientemente de su ubicación en el cerebro, podía predecir problemas con el movimiento a los 18 meses, descubrió el equipo.
El Dr. Manikum Moodley, un neurólogo pediátrico que no participó en el estudio, dijo que «sin duda ofrece evidencias convincentes de que realizar IRM es de inmenso beneficio para orientar a los padres de los bebés nacidos de forma prematura respecto a su estatus neurológico».
Moodley y Lodygensky añadieron que la IRM en sí misma no plantea riesgos para los bebés prematuros.
Pero sedar al bebé para obtener un buen escáner sí plantea riesgos, de forma que los escáneres se deben realizar sin sedación, dijo Moodley, que trabaja en el Hospital Pediátrico de la Clínica Cleveland, en Ohio.
Además, los médicos deben tener cuidado al mover al frágil bebé de la unidad de cuidados intensivos neonatales a la unidad de IRM del hospital para los escáneres cerebrales, plantearon Miller y Moodley.
Miller apuntó que esos IRM serán valiosos para detectar a los niños que necesitarán educación y rehabilitación física adicionales para compensar los problemas del desarrollo.
Lodygensky predijo que, en el futuro, los escáneres también podrían ayudar a determinar qué bebés prematuros se beneficiarán de cualquier fármaco y terapia desarrollados para prevenir las lesiones en la materia blanca.
«Estoy personalmente convencido de que la IRM formará parte de nuestra estrategia continua para proteger los cerebros de los bebés prematuros», declaró Lodygensky.
El informe aparece en la edición en línea del 18 de enero de la revista Neurology.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Steven Miller, M.D., C.M., head of neurology, Hospital for Sick Children, Toronto, Canada; Gregory Lodygensky, M.D., clinical investigator, CHU Research Center, University of Montreal, Canada; Manikum Moodley, M.D., pediatric neurologist, Cleveland Clinic Children’s Hospital; Jan. 18, 2017, Neurology, online