La acupuntura podría aliviar el dolor de cuello a largo plazo.Un estudio concluyó que la ‘técnica Alexander’ también ayudó más que los fármacos y la fisioterapia
(HealthDay News) — Dos terapias alternativas, la acupuntura y la técnica Alexander, parecen igual de beneficiosas para el alivio a largo plazo del dolor de cuello crónico, según una investigación reciente.
Ambas terapias conllevan educar a los pacientes sobre formas de aliviar el estrés, además de mejorar la postura y el equilibrio. Esas técnicas parecieron ayudar a reducir el dolor de cuello en los 12 meses tras el tratamiento, en comparación con los medicamentos y la fisioterapia tradicional, señalaron los investigadores británicos.
«En general, resulta difícil hallar tratamientos a largo plazo que tengan un efecto positivo sobre el dolor de cuello crónico», apuntó el investigador líder, Hugh MacPherson, del departamento de ciencias de la salud de la Universidad de York. «Pero tanto la acupuntura como las lecciones en la técnica Alexander lo tuvieron».
Con ambas técnicas, los pacientes aprendieron métodos que podían usar en su vida diaria, dijo.
«Pudieron hacer cambios para afrontarlo que no conllevaban fármacos, y pudieron aplicar lo que aprendieron de una forma que logró una diferencia», aseguró MacPherson.
Aunque los tratamientos en sí tuvieron un efecto, lo que los pacientes aprendieron sobre integrar las lecciones de la acupuntura o de la técnica Alexander en sus vidas probablemente es lo que marcó la diferencia a largo plazo, sugirió.
Durante la acupuntura, se insertan unas agujas finas en puntos específicos del cuerpo de los pacientes para aliviar el dolor. La técnica Alexander es un proceso educativo que enseña a las personas un modo de evitar la tensión muscular y mental innecesaria para ayudar a restaurar el equilibrio natural. Eso podría ayudar a reducir el dolor durante las actividades cotidianas, dijeron los autores del estudio.
«Estos dos métodos son terapias físicas que no requieren medicamentos no seguros, pero que sí proveen una interacción que conduce a beneficios a largo plazo», explicó MacPherson.
Cualquiera de esos dos métodos es algo que las personas con dolor de cuello deben considerar, dijo.
«Si su terapia tradicional no le beneficia y no desea seguir tomando fármacos, y quiere una terapia física que sea más de autoayuda y que conlleve cambios a largo plazo, entonces tanto la acupuntura como la técnica Alexander serían buenas opciones», afirmó MacPherson.
El informe aparece en la edición del 3 de noviembre de la revista Annals of Internal Medicine.
Para el estudio, los investigadores asignaron al azar a más de 500 pacientes de Reino Unido que tenían dolor de cuello crónico a uno de tres grupos de tratamiento. Un grupo recibió la atención usual para el dolor de cuello, que podría haber incluido medicamentos o fisioterapia tradicional. Los otros dos grupos recibieron 12 sesiones de acupuntura o 20 lecciones individuales de la técnica Alexander. Cada grupo de tratamiento recibió 600 minutos de intervención, según el estudio.
Tanto la acupuntura como la técnica Alexander se vincularon con una mejor analgesia que los analgésicos o la fisioterapia, según se puntuó en un cuestionario del dolor, comentó MacPherson. Pero ninguno de los dos métodos alternativos pareció superar al otro respecto a unos beneficios significativos, halló el estudio. Y ninguno de los dos tratamientos alternativos se vinculó con ningún efecto secundario adverso grave, según el informe.
En general, las compañías aseguradoras no cubren la técnica Alexander, según la Sociedad Americana de la Técnica Alexander (American Society for the Alexander Technique). Generalmente cada sesión cuesta entre 75 y 130 dólares, según la sociedad.
Algunas compañías aseguradoras podrían cubrir la acupuntura, según el Centro de Medicina Integradora de la Universidad de California, en San Diego. Las sesiones cuestan aproximadamente 125 dólares, y algunos practicantes podrían ofrecer descuentos si se paga en el momento del servicio, según la Universidad de California, en San Diego.
El Dr. Houman Danesh, director de gestión integradora del dolor de la Escuela de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, dijo que vale la pena probar ambos métodos.
No está claro por qué esos métodos funcionan, «pero hallamos que sí ayudan», dijo.
La técnica Alexander se usa en muchos pacientes tras un accidente cerebrovascular, y los pacientes han reportado buenos resultados, apuntó Danesh.
«Los pacientes deben hablar con sus médicos sobre estos métodos», aconsejó. «Es algo que deben probar».
Artículo por HealthDay
FUENTES: Hugh MacPherson, Ph.D., department of health sciences, University of York, U.K.; Houman Danesh, M.D., director of integrative pain management, department of anesthesiology-pain, Mount Sinai School of Medicine, New York City; Nov. 3, 2015, Annals of Internal Medicine
HealthDay
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Qué es la Técnica Alexander
Es un método de reeducación psicofísica creado por Frederick Matthias Alexander (1869-1955), que nos enseña a usarnos a nosotros mismos más eficientemente en todas las actividades de nuestra vida, ayudándonos a reconocer y modificar malos hábitos posturales, de coordinación y de reacción, y contribuyendo de esta manera a nuestra salud y bienestar.Como resultado del ritmo que les impone la vida moderna y del estrés cotidiano la mayoría de las personas desarrollan hábitos o maneras inadecuadas de usarse a sí mismos. La Tecnica Alexander está basada en la premisa de que esta manera habitual de uso ejerce una influencia constante (en cada acto de nuestra vida) sobre el funcionamiento y la estructura de nuestro organismo.
Estos malos hábitos, por su misma naturaleza repetitiva y perjudicial se manifiestan a través de diferentes trastornos y dolencias recurrentes, interfieren con nuestra postura, coordinación y funcionamiento natural y nos hacen reaccionar automáticamente de maneras que limitan nuestro bienestar y reducen nuestra eficacia en cualquier cosa que hagamos.
El resultado de este mal uso puede ser experimentado con síntomas específicos tales como dolor y rigidez de cuello y espalda, dolor de cabeza, falta de equilibrio y serenidad y falta de vitalidad.
Algunos beneficios derivados de la aplicación de la técnica son: lograr equilibrio sin rigidez, mejorar la coordinación, facilitar la respiración y el habla, moverse más libremente y con menos esfuerzo, estar alerta y focalizado sin tensión, modificar malos hábitos posturales, descansar mejor. También actúa en forma preventiva al permitir un control efectivo de la tensión muscular inadecuada.
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