LA REVISTA DEL RIEGO – San Juan: cómo reducir el impacto del déficit hídrico Al período hidrológico escaso se le suma la racionalización del uso del agua, lo que complica el abastecimiento agrícola, en especial para el sector hortícola y semillero. Recomendaciones del INTA.
La falta de nieve en la Cordillera y los bajos volúmenes escurridos y almacenados generó un período hidrológico escaso –por sexto año consecutivo– en las principales cuencas de San Juan. En consecuencia, el gobierno provincial y los productores coinciden en la necesidad de racionalizar el uso del agua. En este contexto, el INTA brindó, en una entrevista exclusiva para Pampero TV, recomendaciones de riego para aumentar la eficiencia y evitar las pérdidas de agua.
“Los períodos de corte de agua son históricos”, aseguró Rodrigo Espindola –técnico del INTA Caucete, San Juan– quien explicó que se suelen realizar en invierno para limpiar los canales de riego y, en épocas de crisis hídrica, se prolongan para racionalizar el uso. “El año pasado hubo hasta 27 días de corte en junio y 23 en julio”, agregó. Para reducir el impacto de esta situación climática, el especialista destacó la importancia de considerar las recomendaciones de manejo de los organismos técnicos como el INTA. “Con estas mejoras los productores podrán aumentar la eficiencia de riego y evitar pérdidas de agua”.
En esta línea, aseguró que los sectores que sufren mayor riesgo son los hortícolas y semilleros y, para el caso de la vitivinicultura y olivicultura, el impacto es mínimo. “Esto se debe –detalló– a que las plantas hortícolas son pequeñas y tienen una superficie reducida, por lo que no resisten muchos días sin agua”.
Los sectores con mayor riesgo los hortícolas y semilleros, mientras que, para el caso de la vitivinicultura y olivicultura, el impacto es mínimo Para contrarrestar esto, el técnico recomendó –en la medida de lo posible– “complementar el riego del cultivo con agua de pozo”.Asimismo, sugirió preservar la raíz de la planta o la superficie de exploración de la raíz realizando roturaciones con labranza, al tiempo que –mediante herbicidas– se debe evitar la aparición de malezas y, con ellas, el innecesario consumo de agua.
“Cualquier tipo de labranza debe ser mínima o nula para evitar que haya mayor superficie de evaporación de agua”, indicó. Además, Espindola destacó la importancia de “evitar los riegos por inundación” y, en todos los cultivos, reemplazarlos por el método de surcos por tratarse de un manejo que “no moja la totalidad de la superficie a nivel superficial sino una porción del suelo, mientras que, en profundidad, la humedad se distribuye en todo el perfil del suelo.
Además, permite manejar mejor los caudales reducidos y aplicar riegos rápidos (volantes) que economizan agua”.“Si el recurso hídrico es muy escaso hay que hacer riegos parciales, es decir, interfilar por medio y tratar de humedecer parcialmente el perfil”, explicó el especialista de San Juan.
Otra tecnología apta para el ahorro de agua son los sifones. Se trata de tubos de plástico (PVC) con forma curvada adaptada al tamaño de la acequia de riego que permite, de manera práctica y eficiente, distribuir el agua entre los surcos.“Con treinta sifones podemos abastecer 5 hectáreas de superficie cultivada con un gran beneficio de ahorro de este recurso tan escaso como es el agua”, aseguró Espindola quien agregó que este manejo puede ser complementado con mangas de riego que evitan las pérdidas de conducción. –