En la Patagonia argentina, la presencia del puma y su interacción con otras especies silvestres como los jabalíes representa un problema complejo tanto para la biodiversidad como para las actividades ganaderas.
Problemas Principales
- Depredación de Ganado: El puma, en busca de alimento, ataca al ganado (principalmente ovejas) en regiones patagónicas donde la ganadería es una fuente económica clave. Esto genera pérdidas para los productores y conflictos entre humanos y vida silvestre.
- Jabalíes Invasores: El jabalí europeo, introducido en Argentina hace décadas, es una especie invasora que se ha adaptado y multiplicado. Compite con el puma y otros depredadores locales por recursos, además de afectar a las especies nativas y alterar el equilibrio ecológico al dañar la flora y consumir recursos que otras especies necesitan.
- Ecosistema Desbalanceado: La caza indiscriminada de pumas para proteger el ganado y la presencia de especies invasoras han desequilibrado el ecosistema de la Patagonia. Los depredadores como el puma juegan un rol esencial en el control de otras especies, y su disminución afecta la biodiversidad general.
Posibles Soluciones
- Ganadería Protegida con Tecnología:
- Vallas Electrificadas y Perros Guardianes: El uso de perros de guardia, como el perro de montaña del Pirineo, ayuda a proteger al ganado de los ataques de pumas y reduce la necesidad de cazarlos.
- Sistemas de Monitoreo: Los collares GPS y cámaras trampa permiten monitorear el movimiento de los pumas, alertando a los ganaderos sobre la proximidad de estos depredadores para poder actuar de forma preventiva.
- Control de Especies Invasoras:
- Caza Controlada y Regulada del Jabalí: La implementación de programas de caza controlada de jabalíes reduce su número sin afectar a otras especies, permitiendo que el puma se enfoque en presas nativas.
- Trampas Selectivas: Usar trampas específicas para jabalíes, colocadas estratégicamente, puede ayudar a controlar esta población sin riesgo para otras especies.
- Iniciativas de Conservación y Educación:
- Programas de Educación Ambiental: La educación sobre la importancia del puma en el ecosistema y sobre métodos de manejo sustentable para los ganaderos es clave. Involucrar a las comunidades en proyectos de conservación y educación ayuda a reducir conflictos.
- Corredores Biológicos: Crear áreas protegidas y corredores naturales donde los pumas puedan cazar sin tener contacto con áreas ganaderas ayudaría a reducir los ataques al ganado.
- Investigación y Manejo Adaptativo:
- Estudios de Población y Hábitos: Entender mejor las dinámicas poblacionales del puma y su interacción con otras especies permite implementar políticas basadas en datos.
- Planes de Manejo Adaptativo: Actualizar las estrategias de conservación y manejo de fauna en función de los resultados de estudios previos, ajustando medidas según las condiciones locales.
Esta combinación de soluciones ayuda a reducir los conflictos entre pumas y humanos, controla el impacto de especies invasoras y protege la biodiversidad en la Patagonia.
- JABALI SALVAJE
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COMUNICACIÓN CRA
A pedido de los productores ovinos y caprinos de la zona de Cerro Policía, se realizó una reunión en la sede de la comisión de fomento local, para analizar «la predación que está haciendo el puma», comentó Juan Escobar, Subsecretario de Ganadería, Ovina y Caprina, Diversificación y Arraigo, del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo.
Una veintena de ganaderos se acercaron al lugar y repasaron sus experiencias personales, como la matanza de 250 ovejas en lo que va del año a un productor que tenía una majada de 1.000 cabezas. Otro de los presentes relató que el zorro colorado le hizo una matanza de 30 corderos, sobre un rodeo personal de 60 ovejas.
«En los últimos años el departamento de El Cuy ha sido diezmado por el avance de Puma, por el daño, lo que ha llevado a que los productores se vayan quedado con poca hacienda», comentó Escobar y advirtió que «eso ha obligado a la migración de los productores a los pueblos. Entonces nos preocupa mucho como Gobierno esta situación, y vinimos a atender la problemática y a implementar algunas acciones en forma conjunta».
Durante la reunión se hizo entrega de algunas trampas, que tienen un valor de mercado de 80.000 pesos y que se hacen inaccesibles a la mayoría de los pequeños productores presentes.
Al final del encuentro hubo una serie de temas a analizar, como mejorar el precio que se paga por cada cuero de puma, financiar a los grupos de productores que se organizan para salir a cazar, hacer nuevas entregas de trampas y realizar un mapeo de las zonas más atacadas por «la plaga».
«Una oveja preñada que nos matan, hoy representa unos 160.000 pesos», acotó uno de los productores.