El gigante cárnico brasileño JBS es la última víctima de piratería informática a gran escala: su filial estadounidense dijo haber sido extorsionada mediante un ciberataque que cree que se originó en Rusia y le obligó a suspender parte de su producción en Australia y Norteamérica.
La multinacional JBS, con sede en Brasil, especializada en productos a base de carne vacuna, pollo y cerdo, afirmó haber recibido extorsiones mediante un ciberataque, por lo que tuvo que suspender parte de su producción en Australia y Norteamérica.
La empresa señaló a Rusia como el lugar donde se originó el hostigamiento. Una situación muy parecida a la que sufrió el operador de la mayor red de oleoductos de Estados Unidos, Colonial Pipeline, hace menos de un mes. En ambos casos se utilizó un ransomware que se aprovecha de las fallas de seguridad de un sistema informático para bloquearlo y exigir luego un rescate para reanudarlo.
El FBI informó que el grupo de hackers REvil, que publica únicamente en ruso en su página web, es el responsable del ciberataque. La multinacional es una de las mayores empresas agroalimentarias del mundo, con operaciones en Estados Unidos, Australia, Canadá, Europa, México y Nueva Zelanda, por lo que el cese de operaciones representó un duro golpe.
Rusia expresó su voluntad de analizar cualquier pedido de Washington para ayudar en la investigación. “Hay contactos a través de los canales diplomáticos”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa. “Si hay algún pedido de los estadounidenses, será considerado con rapidez”.
,