Geranio limón, la antimosquitos que decora
Este tipo de geranios son característicos por su fuerte aroma a limón, lo que la convierte en un repelente natural contra los mosquitos. Esta planta arbustiva –que no llega a superar los 70 cm– es también muy decorativa gracias a sus pequeñas flores, que pueden ser de color malva, blanco o rosáceo. Para que el Pelargonium crispum prospere correctamente y cumpla su función como planta antimosquitos, hay que colocarla en una zona a pleno sol o con poca sombra.
Albahaca limón, una planta antimosquitos que sirve como aderezo
La albahaca (Ocimum basilicum) es una hierba aromática que, además de dar sabor a tus recetas y ofrecer una particular y fresca fragancia, es capaz de mantener a los mosquitos alejados. La albahaca de hoja pequeña, también conocida como albahaca limón, es la que mejor repele estos insectos.
La puedes cultivar en maceta o en el suelo, siempre que esté en una zona muy soleada y con calor.
Lavanda, color y aroma contra los mosquitos
Es una de las opciones más decorativas y con mejor aroma de entre las plantas antimosquitos. Idónea para tener en el exterior o en el interior, siempre y cuando cuente con muchas horas de luz. Su frecuencia de riego es moderada, con precaución de no encharcar el sustrato. Para que crezca frondosa, también hay que asegurar un buen drenaje, así como un sustrato ácido.
Romero, la antimosquitos más resistente
El romero (Rosmarinus officinalis) también ahuyenta los mosquitos y otros insectos como polillas. Lo mejor es quemar algunas de sus hojas en una vela, de manera que su aroma mantenga alejados a los bichos.
Para sus cuidados, hay que situarla en una zona soleada, aunque en zonas con temperaturas muy altas es mejor que no le dé el sol en las horas centrales del día. También hay que evitar las heladas y las temperaturas muy bajas. En cuanto a los riegos, es una planta muy resistente, acostumbrada a zonas de sequía, por lo que hay que regarla moderadamente, evitando el exceso de humedad.
Caléndula, ahuyenta y alivia
La caléndula es muy llamativa por sus flores amarillas con tonos anaranjados –que son las que con su aroma alejan a los bichos–. También es un remedio natural si te pican.
Es una planta perenne y su floración es desde principios del verano hasta finales del otoño, lo que la hace perfecta para disfrutar de tu zona exterior a salvo de las picaduras. Si se planta en verano, puede llegar a florecer en inviernos, siempre y cuando sea una zona en la que no haya heladas. Sus riegos son regulares hasta que termina la floración, cuando hay que limitarlos más. También hay que evitar encharcar el sustrato, que deberá tener un buen drenaje. Colócala en una zona soleada o la floración será más modesta.
Menta, la aromática con diversas propiedades
Uno de los motivos por los que esta planta ahuyenta a los mosquitos es por el aceite de sus hojas, que desprende un aroma fresco y dulce. Además, tiene propiedades antisépticas, por lo que puedes utilizarla en infusión para limpiar y aliviar las picaduras de los insectos.
Es de crecimiento rápido, además de una trepadora, por lo que es mejor controlarla en una maceta o una zona acotada del jardín. Puedes colocarla en una zona de semisombra siempre que las temperaturas sean elevadas, así como regarla con frecuencia –evitando encharcar el sustrato–.