POR DIONISIO J. GARZÓN M.
En nuestra región hay un despertar a una realidad sobrecogedoramente compleja en este aspecto, hay una locura por los proyectos de litio en salares en el “triángulo del litio”, escasa información sobre resultados de exploración de otros metales críticos (cobalto, níquel, TR, etc.),
/ 1 de septiembre de 2023 / Pese a los antecedentes del pasado siglo donde hubo avances muy significativos en la exploración de metales radiactivos en Argentina, Brasil y Bolivia, en la identificación de TR en áreas cratónicas y cómo metales menores en la metalogénesis de la Cordillera Real, especialmente en el “cinturón estannífero de Bolivia” donde se identificaron Indio, galio, cadmio, selenio —este último en la mina Virgen de Surumi en la zona de Pacajake, 26 km al NNE de Colquechaca, en la provincia Chayanta del departamento de Potosí (se conoce también en mina Cacheuta argentina)—. Esto generó el interés de propios y extraños, interés que por la injerencia y la volatilidad políticas tan marcada en la época, lenta pero sostenidamente, pasó al campo de las anécdotas.
Dionisio J. Garzón es ingeniero geólogo, exministro de Minería y Metalurgia
Sin embargo, destacan algunos intentos aislados de proyectos de ese tiempo como la exploración de los años 90 de las vetas con Blockita (Ni, Cu) Se2, en la mina de plata Virgen de Surumi, donde se había identificado este mineral por el geólogo alemán Hans Block, quien lo diferenció de lo que geólogos ingleses habían identificado como Penroseita en 1925 (Gordon S. G. 1925; Penroseíta and Trulledita, two new minerals. Proc. Acad. Nat. Sci. Philadelphia, 77, 317-324 pp).
El proyecto de los años 90 abrió un socavón exploratorio y se tomaron varias muestras en la irregular y delgada estructura vetiforme que había sido explotada por plata por los lugareños desde tiempos remotos. Los resultados fueron muy interesantes para selenio, níquel, cobre y platino. Otro intento contemporáneo fue la exploración y descubrimiento de minerales de cadmio en el distrito minero de Berenguela, en la provincia Pacajes del departamento de La Paz; un yacimiento con vetas de cobre-zinc-plomo-plata-oro y una mina precolonial famosa por sus ricas vetas de plata córnea y rosicler en la parte superior del yacimiento. Se identificó Greenockita (CdS) como accesorio del relleno mineral y como importante componente en los desmontes acumulados durante el largo trajín minero colonial y republicano. Finalmente se puede mencionar el interesante convenio entre el British Geological Survey y el Servicio Geológico Boliviano (Geobol) de los años 70 y 80 para estudiar el sector boliviano del cratón denominado Escudo Precámbrico de Bolivia; estudio polifacético y de nivel excelente para la época que determinó, entre muchos hallazgos de mineralización tradicional, algunas áreas con minerales críticos, esencialmente fosfatos como Monacita (Ce, La, Y, Th) PO4, áreas con anomalías radiactivas, zonas de vulcanismo alcalino y ultrabásico con minerales del grupo del platino, etc (Garzón M. D. J. Tierras Raras, La Razón 25/01/13).
Hoy, después de medio siglo, retomar el impulso será muy difícil y entrar en la producción y uso industrial de estos metales parece un sueño. Mientras tanto en el hemisferio norte y en algunos países del hemisferio sur como Australia y Brasil, se dan pasos muy acelerados para entrar en la cadena de producción de minerales críticos, como por ejemplo la Perowskita (CaTiO3) para la fabricación de celdas solares para dispositivos fotovoltaicos o las sales e isótopos del cesio, metal sin el cual los relojes atómicos, los sistemas de guías y posicionamiento y todos los gadgets de la tecnología 5G no serían posibles. ¿Sabemos si estos metales ocurren en las pegmatitas ricas en minerales con litio de nuestros países? Dejo la pregunta a los lectores de este apasionante tema, que trataremos próximamente.
LA RAZON