La prueba de aspirado de pezón no reemplaza la mamografía. -Muchas mujeres admiten que hacerse una mamografía no es nada divertido, y desearían que hubiera una manera más fácil y cómoda de detectar el cáncer de seno en sus fases iniciales y con más posibilidades de poder tratarse.
Estados Unidos -En la actualidad, algunas empresas promocionan una prueba en la que se usa un sacaleches para recolectar fluido del pezón de una mujer a fin de detectar células anormales y potencialmente cancerosas. Esta prueba —llamada aspirado de pezón— se está comercializando como la herramienta más moderna y avanzada para la detección oportuna del cáncer de seno, una más fácil, más cómoda y menos dolorosa que la mamografía.
Sin embargo, no hay pruebas clínicas que sustenten estas afirmaciones, señala el Dr. David L. Lerner, un oficial médico de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y especialista en espectroscopía mamaria.
“La preocupación de la FDA es que la prueba de aspirado de pezón se viene promocionando como una herramienta autónoma para la detección y el diagnóstico del cáncer de seno, a modo de alternativa a la mamografía”, explica Lerner. “Nuestro temor es que las mujeres dejen de hacerse la mamografía y usen esta prueba en su lugar”. Esto podría tener graves consecuencias para la salud si el cáncer de seno pasa desapercibido, señala.
La FDA desconoce dato científico alguno que demuestre que las pruebas de aspirado de pezón, cuando se llevan a cabo por cuenta propia, sean una herramienta de detección eficaz para ningún padecimiento médico, incluyendo el cáncer de seno u otras enfermedades mamarias, dice Lerner. Los investigadores aún están estudiando si estas pruebas podrán usarse o no algún día, junto con otros dispositivos médicos, para detectar enfermedades.
En febrero de 2013, la FDA remitió una carta de advertencia a Atossa Genetics, Inc., que, entre otras cosas, informaba a la empresa que su prueba aparecía falsamente identificada en cuanto a que su etiqueta era falsa o engañosa. La dependencia le pidió a la compañía que actuara de inmediato para corregir las contravenciones abordadas en la carta de advertencia. En octubre de 2013, Atossa inicio un retiro voluntario del mercado de la Prueba de Salud Mamaria ForeCYTE.
Afirmaciones infundadas
Además de decir que la prueba podía ayudar a las mujeres de más de 18 años de edad a determinar su nivel de riesgo de contraer cáncer de seno, Atossa afirmaba que su prueba era “literalmente un Papanicolaou para el cáncer de seno”. Según el Dr. Michael Cummings, oficial médico la FDA que evalúa dispositivos obstétricos y ginecológicos para la dependencia, esta afirmación not tiene fundamentos. “La prueba cervical de Papanicolaou tiene una ventaja clínica reconocida que se apoya en estudios clínicos exhaustivos de muchos años”, señala Cummings. “Su capacidad científica para detectar el cáncer cervical es incuestionable”. La prueba de aspirado de pezón no cuenta con pruebas semejantes que la apoyen, constata.
Además, Lerner explica que si un Papanicolaou muestra células del cuello del útero anormales, existen procedimientos de seguimiento que pueden llevarse a cabo para tratar de identificar la ubicación de dichas células, tras lo cual es posible llevar a cabo una biopsia de la zona. Con un aspirado del pezón del seno, de haber células anormales, la prueba no busca de dónde provienen, de modo que quizás no sea posible realizar una biopsia. Más aun, aunque el riesgo de que las células cervicales anormales degeneren en cáncer es conocido, el de que las células mamarias anormales lo hagan no lo es.
Lerner dice que la prueba puede arrojar resultados con falsos positivos o falsos negativos. “Los falsos positivos son posibles porque las células pueden dañarse durante el proceso de aspirado y parecer anormales”, señala. “Nos preocupan aun más los falsos negativos”, añade. Las empresas reconocen que más del 90% de sus muestras de fluido pueden contener ya sea muy pocas células o ninguna en lo absoluto. Y, no obstante, las empresas califican tales resultados de “diagnósticamente útiles” y hasta concluyen que un paciente está sano basándose en una muestra sin células, explica. “La prueba puede estar dejando de detectar cánceres y ofreciéndoles a las mujeres una seguridad peligrosamente falsa”, dice Lerner.
La mamografía sigue siedo lo mejor
La mamografía puede ser incómoda para la mujer que se está sometiendo a la prueba porque comprime el seno para aplanar el tejido mamario y aumentar la claridad de la imagen de rayos X. Sin embargo, la FDA no es la única que cree que la mamografía es el método más eficaz para detectar el cáncer de seno. Otras organizaciones concuerdan, entre ellas la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el Colegio Estadounidense de Radiología (la asociación profesional de médicos especializados en espectroscopía médica) y el Instituto Nacional del Cáncer, una dependencia de los Institutos Nacionales de la Salud.
El Instituto Nacional del Cáncer afirma que la prueba de la mamografía puede ayudar a reducir el número de muertes por cáncer de seno entre las mujeres de 40 a 70 años de edad. La guía de la Red Integral Nacional Contra el Cáncer (NCCN, por sus siglas en inglés) de 2013 establece que la utilidad clínica del aspirado de pezón aún se está evaluando y que no debe usarse como una técnica para la detección del cáncer de seno.
La FDA recomienda que las mujeres a las que se les haya hecho una prueba de aspirado de pezón como una forma de detección del cáncer de seno que también se hagan una mamografía conforme a las normas de detección o según lo recomiende su médico, y deben hablar con su profesional de la salud sobre si son necesarias o no pruebas adicionales .
“El asunto es que las mujeres no deben confiar únicamente en estas pruebas de aspirado de pezón para la detección o el diagnóstico del cáncer de seno”, advierte Lerner. “La regla de oro sigue siendo hacerse la mamografía”.