Tucumán fue sede del primero de tres eventos de alcance continental sobre las langostas y tucuras.
Es la continuación de un trabajo que venimos realizando desde hace más de dos años desde CRA, con la Global Locust Initiative (Iniciativa Global contra la Langosta), donde están trabajando científicos de distintos países del mundo. Este año ellos se plantearon seminarios en las diferentes regiones donde hay problemas con la plaga. Ahora se decidió hacerlo acá en Argentina, incluyendo Bolivia y Paraguay, y luego irán a África y Oceanía con talleres de este tipo. A fin de año, cuando estos talleres hayan finalizado, se hará otro para unificar todo lo desarrollado en los tres continentes.
Durante el taller que fue cerrado, destinado únicamente a 30 personas, hicimos un gran ejercicio mental. El encuentro contó con la presencia de Ministros de las provincias de Tucumán, de Santiago del Estero y de La Rioja; de directores nacionales del Senasa; de funcionarios y técnicos de diversos organismos, y de representantes del sector privado. Se trabajó con la idea de lograr tener un mapa de actores que participarán en el manejo de la langosta. Por otra parte, hubo un seminario abierto, muy publicitado, al que asistió mucha gente, en el cual se planteó la situación actual de la langosta en Argentina, Bolivia y Paraguay.
¿Cuál es la situación específica de la plaga en Argentina?
Desde el 2014 que «se escapó la tortuga». Antes estaba controlada en las provincias de Catamarca y La Rioja, pero en aquel momento se desfinanció el proyecto de control y empezamos a tener los problemas que todos conocemos. Hoy por hoy no hay que pensar plaga en Argentina, hay que pensar plaga en Paraguay, Bolivia y Argentina juntos. Hay muchas mangas en este momento en Bolivia y Paraguay y cruzan la frontera como si nada. Esta problemática involucra a todos los actores, por eso el tema de la gobernanza es importante. Lo nuestro es argentinismo: ojos que no ven, corazón que no siente, pero está, en otro estado, pueden ser huevos, ninfas, pero está.
La plaga ha afectado trigos en el norte y ha provocado daños en pasturas. El problema es si dejamos que crezca, porque de una langosta pueden nacer 100, y se pueden hacer millones. Nosotros hemos visto mangas de 25 km cuadrados en 2017. Se oscurece el día, y el principal afectado puede ser el pequeño productor, por eso estamos hablando que es una plaga pública, porque el productor que tiene los medios puede defenderse relativamente rápido, pero no así el que no los tiene.
¿Cuáles son las principales falencias en la lucha contra la langosta?
Es clave el tema de la Gobernanza. El taller contó con la disertación de un sociólogo brillante, Marty Anderies, de la Universidad de Arizona, quién difundió los resultados preliminares del trabajo de gobernanza realizado sobre la problemática de la langosta sudamericana. En Argentina solemos ser un caos en cualquier cosa que hagamos hasta que nos ordenamos y las cosas salen bien. Una plaga que es un bien público como esta, involucra desde el ciudadano común y silvestre que ve algo que le parece raro, pasando por el intendente municipal, el gobierno provincial, los agentes provinciales, el productor, el Senasa, el INTA y las universidades.
Todos los actores se juntan en un comité de crisis. Es una tarea muy larga, y lo que pretendemos es una alerta temprana lo más certera posible, para poder saber qué pasa y prepararse, tener los agroquímicos, el avión. Trabajamos para que esta cadena funcione. ¿Cuál es la responsabilidad e incumbencia de cada uno de esos actores? Hay que seguir trabajando en ello, hay que escribir bien las reglas y seguirlas. Además en un momento de crisis, una manga inesperada, dura, hay que tomar una decisión, y ahí pensamos que hay un solo comandante en jefe, en nuestro caso en Argentina, el Senasa.
¿Cómo se encuentra la investigación en la plaga?
Científicamente sabemos poco, y si bien hay alguna teoría, a veces la realidad dice otra cosa. Si los estudios sostienen que debe comer mucho para volar 100 km, pero lo hizo comiendo poco… es claro que hay que profundizar la investigación sobre la plaga, para conocerlo más, y de esa manera vas a poder luchar mucho mejor contra la plaga y vas a tener alguna alternativa de alerta temprana. El otro tema es el financiamiento. Aparece y todos se preocupan cuando tenes a la langosta arriba de la cabeza. En el campo hay que ser parejo, y aunque no se vea, seguir preparados para que esto cuando lleguemos estemos listos.
Cambiando de tema, ¿Cómo ve que impactaría una nueva suba de retenciones en las economías regionales?
Tenemos economías regionales que son las propiamente dichas, las tradicionales, pero para nosotros es también una economía regional los granos, y siempre decimos granos alejados de los puertos. Para tomar un caso extremo, un grano hoy en Salta o el norte de Santiago, no te dan los números. Y esto tiene mucho que ver con la variedad de dólares que hay, los insumos que se pagan a un dólar más alto. En términos generales se ve mal. Está muy caldeado el ambiente, y el otro gran tema es que se acabó la rotación. El maíz estaba jugando un rol importantísimo, pero no sabemos qué va a pasar. Sembrar una hectárea de soja vale la mitad que sembrar una de maíz ¿A qué me juego entonces? Ante la incertidumbre jugas a lo seguro, a no perder tanta plata.
Y si se tiene en cuenta el factor climático también…
Hay algo que no se puede discutir hoy en día: la temperatura promedio del mundo aumentó. Y esto según los que saben, está afectando y generando nuevos efectos en todos los ámbitos. No es menor que el ártico se esté derritiendo, que abajo hay metano que puede ir a la atmósfera y puede producir mucho más CO2 de lo que todos imaginan, tuvimos temperaturas en la Antártida inimaginables, etc. Nosotros mismos vivimos tormentas inesperadas con violencia permanentemente, cambios de clima bruscos. Ya tenemos grandes problemas económicos y esto aumenta el riesgo la verdad haciendo un combo letal que imposibilita la producción y el crecimiento
CRA.