¿LA PUNTA DE UN OVILLO? HONGOS EN LUGAR DE GLIFOSATO… Una investigación que promete.

micorrizasCórdoba-Argentina, Lunes, 3 de febrero de 2014

CONICET-ARGENTINA – Hongos que combaten la maleza  Investigadores cordobeses estudiaron la interacción entre ciertos hongos y las plantas en distintos fragmentos de bosques.     La zona de bosques en Córdoba, en la actualidad, se compone de una serie de fragmentos que persisten entre medio de amplias tierras utilizadas para la agricultura. Los distintos organismos, insectos, plantas y hongos, de dentro y fuera de los parches boscosos, se relacionan y retroalimentan de las maneras más diversas. Sin embargo, hay muchas de estas vinculaciones que no se conocen y, por esto, tampoco se utilizan, por ejemplo, con fines productivos.

En este contexto se ubica la investigación de Gabriel Grilli, becario posdoctoral del CONICET, con la codirección de Carlos Urcelay, investigador adjunto, y la dirección de Leonardo Galetto, investigador principal, ambos de CONICET.

 Los científicos del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC) se propusieron estudiar el efecto que tienen unos hongos muy comunes en el suelo, llamados micorrícicos, en distintas especies de plantas. Los resultados de la investigación, publicados en la revista Forest Ecology and Management sugieren que, si bien la interacción con los hongos afecta positivamente a ciertas plantas, pueden ser perjudiciales para el crecimiento de malezas. Esto puede tener importancia económica en las parcelas sembradas aledañas a los bosques.

“Este trabajo surge en el cruce de dos áreas: la ecología de los bosques de Córdoba – inmersos en una matriz productiva- y la ecología de los hongos, en particular los micorrícicos que están en el suelo, interactuando con las plantas”, explica Galetto. En primer lugar se buscó conocer en el sistema cómo es la distribución de estos organismos y si cambian en relación a distintas variables del hábitat. Esto implica conocer cuáles son los hongos micorrícicos del lugar que se quiere estudiar y analizar si cambia la intensidad y el modo en el que interactúan con las plantas. Además, lo más interesante es poder ver qué consecuencias tiene esta interacción en el funcionamiento de las distintas plantas: si crecen más, si producen más frutos y semillas, etc.

 Según comenta Urcelay, especialista en micorrizas, “estos hongos se asocian a las raíces de las plantas y en muchos casos les proveen beneficios. En otros casos pueden ser un poco parásitos”. Una parte del hongo crece bajo tierra y se incrusta en la raíz, forma estructuras y le demanda carbono a la planta, proveniente de la fotosíntesis. A su vez, éste puede otorgarle beneficios como, por ejemplo, la obtención de nutrientes del suelo. No obstante cuando el hongo repercute negativamente en el crecimiento de la planta se supone que es más lo que demanda que los beneficios que le brinda.

En segundo lugar, los investigadores se preguntaron si la fragmentación de los bosques afecta la distribución espacial de los hongos. Para analizar esto, estudiaron un paisaje localizado entre las ciudades de Córdoba y Río Ceballos, donde hay fragmentos de bosques con diversos tamaños y observaron las distintas comunidades de hongos micorrícicos. “Una vez que observamos que había diferencias entre dichos grupos en los distintos fragmentos, pensamos que estas variaciones pueden tener distintos efectos sobre las plantas. Entonces nos preguntamos: ¿Cómo esas diferencias repercuten en el crecimiento y la reproducción de las plantas?”, cuenta Grilli.

Las observaciones mostraron que mientras más grande es el bosque, más aumenta la cantidad y diversidad de hongos y las interacciones con las plantas. Esto se asocia con la disponibilidad de nutrientes en el suelo. “A medida que disminuye el área de los fragmentos, aumenta la disponibilidad de nutrientes en el suelo, o sea su fertilidad. Entonces, el papel de los hongos -que es captar nutrientes y pasárselos a las plantas- es redundante y la interacción se reduce”, concluye Grilli.

 Las plantas estudiadas son ruderales, es decir de crecimiento rápido, tipo malezas. Se cree que estos hongos pueden afectar negativamente a dicho tipo de plantas mientras que favorecen a las plantas de crecimiento más lento, como por ejemplo los árboles. En el presente estudio, pudieron observar que, a medida que aumenta la colonización micorrícica –o sea la interacción hongo/planta- las ruderales disminuyen su desarrollo reproductivo.

Trabalho dos investigadores foi publicado recentemente na prestigiada revista PLoS ONE.

Los investigadores

“Estudiamos dos especies de plantas del género Euphorbia -la estrella federal es un ejemplo de planta ornamental de esta familia aunque arbustiva, mientras que éstas son tipo hierbas- una de las cuales tiene importancia económica ya que es considerada plaga para los cultivos”, asegura Galetto. Otra razón por la que eligieron estudiar estas plantas es que son anuales, tienen un ciclo de vida corto, lo que permite observar los efectos del cambio del ambiente más rápidamente que, por ejemplo, los árboles cuyo crecimiento es mucho más lento.

Además, es sabido que los hongos también tienen efectos positivos en las características del suelo. El cuerpo del hongo está constituido por filamentos muy delgados que forman una red en el suelo. Este entramado le da estructura a la tierra y hace que sea más apta para el crecimiento de las plantas y retenga mejor la humedad.

Por otra parte, los investigadores señalan las posibles repercusiones de las interacciones de los organismos en tierras productivas. La presencia de los hongos y su efecto negativo sobre las malezas no debería reducirse a las áreas de bosque, sino también a las tierras aledañas. La pregunta sería, entonces, cómo interactúan estos hongos con el trigo y el maíz, principales cultivos de la zona. “Para el maíz, la bibliografía dice que la relación con hongos es positiva, mientras que para la soja hay estudios que concluyen que es positiva y otros que no tanto”, concluye Urcelay.

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N.de Red. Entre Laboratorios y Gabinetes

Evidentemente deben apoyarse estos estudios, tendientes a la obtención de posibles sustitutos naturales frente a los agroquímicos.  Éstos son imprescindibles en diferentes estadios de la producción agrícola; pero la tendencia es hacia un uso racional y restringido.

******************************ALGO MÁS SOBRE EL TEMA******************************************************************

Sobre una conferencia oportunamente realizada en la Universidad Nacional de San Luis,Argentina

La Dra. Marta Cabello, es Doctora en Ciencias Naturales, investigadora del Conicet y docente en la Cátedra de Micología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata. Ha publicado numerosos capítulos de libros y más de cien trabajos en revistas nacionales e internacionales de alto impacto. Además, ha brindado asesoramiento en temas de su especialidad a numerosas empresas.

Sobre la charla

En el seminario se focalizó en una simbiosis de 460 millones de años que se establece entre la mayoría de las plantas de la Tierra y hongos habitantes del suelo: las micorrizas arbusculares.

La simbiosis micorrícica arbuscular es una endosimbiosis formada por las raíces de las plantas y hongos arbusculares. La mayoría de las plantas vasculares con flores tienen la habilidad de formar este tipo de  asociación, la cual tiene un impacto significativo sobre la salud de la planta y en consecuencia sobre el funcionamiento del ecosistema. El intercambio de nutrientes es el rasgo central de la simbiosis micorrícica, y los hongos arbusculares obtienen el carbono de su planta hospedadora mientras la asisten con la adquisición de Pi (como PO4) desde el suelo. En la simbiosis micorrícica-arbuscular, el hongo transloca P a la raíz a través de hifas especializadas, llamadas arbúsculos.

Las plantas se benefician en esta asociación porque aumentan el volumen de suelo explorado  Incrementándose de esta manera la rizósfera. Se Incrementa la absorción de nutrientes al aumentar la captación de iones, especialmente los de movilidad lenta (P, Zn, Cu) en el suelo. Las plantas muestran mayor tolerancia a situaciones de estrés (sequía, salinidad, temperaturas bajas, anegamiento, deficiencia de nutrientes, contaminación); ejercen control sobre adversidades abióticas y bióticas (nemátodes,  algunos patógeno fúngicos).

El papel de estos hongos micorrícico-arbusculares en el funcionamiento y diversidad de los ecosistemas terrestres ha recibido poca atención a pesar de representar un importante componente por su ubicuidad en la biomasa de microorganismos del suelo y por su relación directa en procesos esenciales de la interface planta-suelo. Estas asociaciones son factores potencialmente determinantes de la diversidad ecosistémica. Desde este punto de vista las asociaciones micorrícicas juegan un rol fundamental en la fertilidad física del suelo (agregación del suelo), reciclaje de nutrientes,  incremento de microorganismos beneficiosos del suelo.

Son importantes en el secuestro del carbono impidiendo que este elemento, como CO2, contribuya al efecto invernadero. Son organismos claves en el mantenimiento de la diversidad vegetal. El conocimiento de los diferentes factores que influencian la biología de poblaciones de hongos arbusculares es esencial en cualquier intento de usarlos en conservación ambiental, biotecnología o en agricultura sustentable

 

 

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