Cómo definirá el futuro del negocio en los próximos años. Las nuevas tecnologías ocupan un rol clave en el contexto actual
Según un estudio reciente elaborado por el INTA, nueve de cada diez productores agropecuarios en Argentina utiliza GPS e imágenes satelitales y ocho de cada diez, monitores de siembra, pilotos automáticos y banderilleros satelitales.
En ese sentido apunta la iniciativa “Smart Agro” que se está implementando en varios países de América Latina. Este proyecto tecnológico consiste en la instalación de sensores en los cultivos y en los campos para detectar factores como la humedad del suelo, el riego y el consumo de agua en terreno. Los sensores, además, incorporan conectividad IoT para enviar la información que recopilan a la plataforma habilitada en la nube y que es accesible a través de smartphone o tablet.
En Colombia, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Telefónica Movistar desarrollaron un piloto de esta iniciativa tecnológica en cultivos de café.
La puesta en marcha se hizo en el municipio colombiano de Tablón de Gómez, en el departamento de Nariño (fronterizo con Ecuador), donde en un año se alcanzó un aumento de la producción del grano de más de 400 kilos por hectárea.
Este tipo de tecnología permite tomar decisiones para mejorar el rendimiento de sus cultivos y así optimizar el riego. Otros proyectos piloto se están llevando a cabo en Perú, Colombia y El Salvador también con resultados muy favorables.
Por ejemplo en Perú, los rendimientos de los cultivos de algodón crecieron un 70% en comparación con las parcelas vecinas donde no se aplica ninguna tecnología para la eficiencia del agua.
Los agricultores que utilizan esta tecnología en Colombia observaron una mejora en la calidad del cultivo de la papa que condujo a un aumento del 86% en la rentabilidad en comparación con los agricultores que no la aplicaron.
Los proyectos como “Smart Agro” favorecen el proceso de transformación digital tan necesario en este sector y a revolucionar el uso eficiente de recursos escasos como el agua, además de ayudar significativamente en la toma de decisiones.
Estas iniciativas incluyen soluciones IoT para sensorizar y conectar, capturando así los datos de cualquier proceso- y las tecnologías de Inteligencia Artificial o IA– para extraer información y conocimiento de los datos, potenciando así la capacidad de decisión de los agricultores ya que el futuro de cada productor dependerá en mayor medida de la forma de planificar y gestionar la estrategia diseñada, de la utilización de las herramientas e información disponibles y, sobre todo, de la capacidad de adaptarse a los tiempos modernos.
Las nuevas tecnologías harán hincapié no sólo en aumentar los niveles de producción, sino también en las formas de producir.