El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) anunció una nueva compra de soja por parte de una empresa argentina, esta vez de 120.000 toneladas. La adquisición de soja estadounidense es la cuarta que realizó el país en abril último, con lo que el volumen total asciende a 590.000 toneladas.
La agencia Bloomberg precisó que el compromiso asumido por la parte vendedora prevé un plazo de entrega de 12 meses que comienza el 1 de septiembre próximo.
La anterior compra se concretó el 24 de abril pasado, por un volumen total de 130.000 toneladas; mientras que las dos primeras se realizaron el 10 de abril (120.000 toneladas) y el 11 de abril pasado, otras 120.000 toneladas.
Fuentes del sector agropecuario indicaron en un principio que las compras de soja estadounidense podían sumar en total un volumen de 500.000 toneladas, una cantidad que ya se vio superada con la última adquisición.
En su momento, al explicar las compras, las mismas fuentes dijeron que «hoy hay problemas con la producción argentina por la sequía y en ese marco es lógico que las grandes plantas de molienda, que tienen que seguir su ciclo continuo, tomen recaudos para mantener el flujo de la producción a lo largo del año».
Las importaciones de abril desde Estados Unidos fueron las primeras en 20 años. La operación se pactó en el contexto de una merma en la oferta local, debido a la sequía que afectó en el verano a la zona agrícola núcleo. En ese momento, la noticia influyó en la baja de precios en el disponible de Rosario.
La primera venta de soja estadounidense a la Argentina representó el volumen más amplio de soja vendido por ese país desde 1997. La operación se concretó luego de una sequía histórica que, con cinco meses redujera drásticamente la cosecha de soja respecto del año pasado.
También fue en un escenario similar, precisamente luego de una gran sequía cuando se produjo un pico de precios y una gran puja por la mercadería disponible, cuando se llevó adelante la última gran importación de soja desde Estados Unidos. Fue en diciembre del año 1997.
En ese momento La Capital dio cuenta de esta situación poco frecuente, en un país que es el tercer productor mundial de soja y lidera las exportaciones de aceite y harina de la oleaginosa. Cerca de 300 mil toneladas se descargaron en el puerto de Rosario, que todavía no estaba concesionado, y desde allí fueron transportadas por camión a las plantas de La Plata Cereal (hoy Bunge), Vicentín y Dreyfus. La terminal local, que en ese entonces tenía escasa operatoria, se utilizó por la ausencia de barrancas, lo cual facilitaba el desembarco.
Las instalaciones del complejo industrial y portuario santafesino están preparadas para embarcar en grandes buques que transportan la mercadería para exportar, o para descargar barcazas que bajan por la hidrovía desde Paraguay, fundamentalmente. Por eso, en aquel momento, la operación de descarga en Rosario fue una novedad.
Aquella operación tuvo su polémica. La Federación Agraria Argentina, que en ese entonces era presidida por René Bonetto, denuncio una maniobra de los compradores (fábricas y exportadoras) para bajar el precio en el mercado local.
La importación de soja continúa rompiendo el récord de los últimos 20 años, según detalló un informe del diario Ambito Financiero, el cual indica que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) durante el mes de marzo se importaron 928.435 toneladas de soja, un volumen mensual que no registra antecedentes desde que se activó al régimen de importación temporaria, en 2016.
El mismo reporte señala que 96 por ciento de la soja traída en marzo provino de Paraguay a un precio promedio de 391 dólares por tonelada. El 4 por ciento provino de Brasil a 406 dólares por tonelada. Con esta importación, el acumulado del primer trimestre trepa a 1,3 millones de toneladas.
Considerando que en el mismo lapso la industria trituró 8,2 millones de toneladas, la participación de la importación en la actividad industrial trepa al 16 por ciento.
En este contexto, un dato clave a tener en cuenta es que durante 2017 se procesaron 41,8 millones de toneladas y se importaron 1,8 millones de toneladas, lo cual da una incidencia de 4 por ciento. En este contexto, los operadores del mercado especulan que a lo largo de 2018 la industria terminará importando entre 4 y 5 millones de toneladas, cifra que podría ser superada en función de la disponibilidad de soja paraguaya, el carry over que haya quedado de la campaña pasada (que para el Ministerio de Agroindustria es de 12,8 millones de toneladas) y la predisposición de los productores a comercializarla.
LA CAPITAL – ROSARIO – ARGENTINA