De la mano de la gestión territorial e informativa y la creación de los comités de cuenca, se acompaña a los productores a fin de reducir el impacto del fenómeno climático.Dice la información oficial.
ARGENTINA – A partir de la creación de los comités de cuenca y la planificación de planes de contingencia, el INTA acompaña y apoya a los productores a fin de reducir el impacto del exceso hídrico. Mediante la articulación institucional, territorial y del intercambio de información, los especialistas realizan un abordaje integral de la problemática de las inundaciones.
Daniel Somma –director del Centro Regional Buenos Aires Norte del INTA– destacó la importancia de la conformación de los comités de cuenca: “Los especialistas están analizando, desde hace unas semanas, el estado de las cuencas hidrográficas de la región para avanzar en el abordaje de esta temática”.
En este sentido, subrayó la articulación institucional con la provincia y la Nación: “Hoy recorrimos junto a Gabriel Delgado, secretario de Agricultura, algunas zonas afectadas como la ciudad de Luján y nos comprometimos a continuar con el apoyo a los más afectados y el resarcimiento económico para quienes más lo necesitan”.
“Ante eventos de esta intensidad –agregó– resulta fundamental realizar la organización comunitaria de las comunidades que conviven con el agua para dar respuesta rápida con información”.
Y agregó: “Manejar estas situaciones, derivadas de eventos climáticos extremos, implica trabajar en los planes de contingencia tanto en el ámbito rural como en el urbano”.
En referencia a la coyuntura, el director explicó que “ya se encuentran trabajando los coordinadores de territorio en todos los comités de cuenca de la región Norte de la provincia y lo estamos extendiendo a los comités de cuenca de la región sur”.
Somma: “Hoy recorrimos junto al Gabriel Delgado, secretario de Agricultura, algunas zonas afectadas como la ciudad de Luján y nos comprometimos a continuar con el apoyo a los más afectados”.
Lluvia, con valores extremos históricos
De acuerdo con el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, en agosto se registraron valores extremos históricos de precipitación en varias localidades de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, lo que ocasionó anegamientos, cortes de rutas, desbordes de ríos y evacuados.
Los datos son contundentes: las precipitaciones registradas en Marcos Juárez, Córdoba, fueron un 445 % superior a la media histórica para todo agosto, un 322 % para Dolores en Buenos Aires, un 243 % en San Miguel y un 143 % en La Plata.
Lo que se viene
En el reciente Foro Internacional de Cambio Climático organizado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, varios especialistas coincidieron en que la variabilidad climática será una constante cada vez más difícil de predecir.
En este sentido, uno de los expositores y jefe de la Oficina Regional Las Américas de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) –Ricardo Mena– aseguró que la Argentina estará afectada por excesos hídricos en las próximas décadas.
De acuerdo con Mena, “este mayor nivel de exposición se debe al crecimiento y a los procesos de expansión y urbanización, sumados a las características propias del país”.
Y, en este contexto, recomendó enfocarse en una gestión del desastre que considere los índices de amenazas y de vulnerabilidad incorporadas en los procesos de desarrollo y en las políticas de inversión social que combaten la pobreza y mejoran la calidad de vida de todos los habitantes.