Malas noticias para un enfermedad devastadora. Biogen, el grupo farmacéutico que más cerca estaba de sacar adelante un tratamiento contra el alzhéimer, ha suspendido el desarrollo del Aducanumab porque los resultados de los ensayos con pacientes eran poco relevantes en comparación con el placebo, según explicó la multinacional en comunicado junto a Eisai, su socio japonés en esta investigación conjunta, en el que aclara que la decisión no tiene que ver con que haya detectado efectos secundarios o contra la salud humana.
El fármaco se encontraba en la fase 3 previa a su comercialización y era una de las grandes apuestas de Biogen. Sin los ingresos potenciales de este medicamento contra el Alzheimer, la compañía tiene bajas perspectivas de crecimiento, según analistas citados por Bloomberg, ya que también se enfrenta problemas de patentes sobre su medicamento emblemático para la esclerosis múltiple Tecfidera y una posible competencia con el medicamento para la atrofia muscular espinalSpinraza. Las acciones de Biogen se desplomaron al cierre de Wall Street un 29%, hasta 226,9 dólares, mientras que su capitalización en bolsa pierde más de 15.000 millones, hasta 44.600. Las acciones de Eisai también perdieron alrededor de un tercio de su valor en la sesión.
El gran descubrimiento de Grifols
Aducanumab se une a una larga lista de otras fallas de medicamentos contra el alzhéimer. No ha habido nuevos tratamientos aprobados en más de 15 años. El último fue aprobado en 2003 a pesar de la gran necesidad y demanda de terapias contra el Alzheimer. Una de las compañías que se ha embarcado en la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa es la multinacional española Grifols, que a finales del pasado año anunció avances en un tratamiento experimental en el que tiene gran esperanza.
Se llama Ámbar y consiste en la extracción de plasma “mediante plasmaféresis (una técnica consolidada y segura que se utiliza en el recambio plasmático) y su sustitución con Albutein 20% (albúmina, una proteína plasmática segura y bien tolerada con múltiples propiedades terapéuticas), uno de los hemoderivados que comercializa desde hace años la compañía de la familia Grifols.
“Los resultados en la población de pacientes con alzhéimer en estadio moderado ensayada han demostrado, con significación estadística, una ralentización en la progresión de la enfermedad del 61% y alcanzan los dos objetivos principales de eficacia establecidos: mejora cognitiva y de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria durante los 14 meses de tratamiento”, explicó la empresa en un comunicado a la CNMV. En esa carrera por combatir el alzhéimer se ha embarcado también Oryzon, aunque se desarrollos están en fases mucho más tempranas.
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