Profesionales del Centro INTI-Mecánica -Instituto Nacional de Tecnología Industrial,Argentina – trabajan en una técnica de recubrimiento para implantes, basada en el agregado de calcio y fósforo.
A partir de esta incorporación pueden surgir nuevas morfologías que mejoren las características de las piezas implantadas.
El Grupo Biomateriales del Centro INTI-Mecánica está desarrollando recubrimientos con alto contenido de fósforo y calcio para implantes quirúrgicos. La estructura basada en fosfatos de calcio permitiría que el organismo la reconozca más fácilmente e interactúe, promoviendo el crecimiento óseo y consiguiendo así el anclaje mecánico necesario. Esto sería posible debido a que el recubrimiento propuesto posee los mismos elementos constitutivos que la estructura mineral del hueso: la hidroxiapatita.
A partir de la incorporación del recubrimiento, un equipo multidisciplinario trabaja para caracterizar las superficies de diversos implantes quirúrgicos y promover la incorporación de nuevas morfologías que permitan mejorar aspectos relacionados con la biocompatibilidad, oseointegración y limpieza. Entendiendo por biocompatibilidad la capacidad que tiene el material implantado de promover una respuesta apropiada en el organismo y, por oseointegración, como la habilidad de generar una unión directa con el tejido óseo neoformado en su entorno.
Existen varias metodologías para la obtención de este tipo de recubrimiento: el Grupo Biomateriales cuenta con el equipamiento que permite obtenerlo mediante vía húmeda, cuyas ventajas son la simpleza y versatilidad. A partir de esta técnica es posible reproducir las condiciones de temperatura que habrá en el organismo, como así también la utilización de soluciones biológicas simuladas, con el fin de obtener recubrimientos con similar estructura a los que se encuentran naturalmente allí. Asimismo, su versatilidad permitiría realizar modificaciones para acelerar el tiempo de obtención del recubrimiento, incorporar factores de crecimiento y/o sustancias para controlar la proliferación bacteriana.
Los resultados obtenidos hasta el momento alientan a los técnicos a seguir en este camino para alcanzar una metodología que sirva para la obtención de recubrimientos específicos y así resolver diferentes necesidades.
En la Figura 1 se observa un ejemplo de la coloración con la que puede obtenerse el recubrimiento, mientras que en la Figura 2 se ve su estructura globular a escala micrométrica. La coloración se debe a efectos de interacción entre la luz y el recubrimiento, y se da debido al poco espesor del mismo (tamaños cercanos a los 300 nm). Este efecto podría ser de gran utilidad para la codificación de los implantes ya que variando dicho espesor pueden generarse diversos colores
Figura 1
Figura 2
Otro aspecto a destacar es la disminución que se obtiene en el ángulo de contacto (respecto a un implante sin recubrir) que se forma entre una gota de agua y la superficie ensayada. Esta disminución nos sugiere un aumento en la mojabilidad. Al conseguir una superficie con mayor mojabilidad se está favoreciendo el contacto entre la superficie del implante y el fluido biológico que contienen las sustancias y células de las que dependerá la respuesta del organismo.
El Grupo Biomateriales propicia la investigación para conocer las características de las superficies de los implantes. De esta forma se aporta conocimiento y se proponen alternativas para la incorporación de mejoras en las piezas, que proporcionen un aumento en sus prestaciones con el evidente beneficio en los destinatarios finales: los pacientes.
Develando un mundo invisible
Al pensar en un implante dental, la imagen más frecuente es la de un tornillo. Sin embargo, utilizando la Microscopía Electrónica de Barrido se observa con mayor detalle y a gran aumento cómo es la morfología (superficie) con la que se encontrarán las células del cuerpo cuando el odontólogo coloque el implante.