Alemania alzó la voz tras el escándalo de los huevos contaminados con un insecticida y pidió a Bélgica y a Holanda que esclarezcan si la manipulación fue de carácter «criminal», en un momento en que se teme que haya millones de huevos afectados.
«Según lo que podemos ver, alguien claramente procedió con una intención criminal para adulterar (los huevos) con una sustancia prohibida», declaró el ministro de Agricultura alemán, Christian Schmidt, en una entrevista concedida al diario Bild, que fue publicada el viernes en el noche.
Varias cadenas de supermercados en toda Europa, especialmente en Alemania, tuvieron que retirar millones de huevos procedentes de Holanda que se sospecha que podrían contener restos de fipronil, una molécula prohibida en el tratamiento de animales destinados a la cadena alimentaria.
En grandes cantidades, el fipronil es peligroso para los riñones, el hígado y la tiroides «Espero que las autoridades competentes dilucidenel problema rápida y minuciosamente. En particular Bélgica y los Países Bajos que tienen una obligación aquí», agregó. El grupo de supermercados de bajo costo Aldi anunció este viernes que retiró todos los huevos en venta en Alemania. Se trata de una medida «puramente de precaución», precisó el grupo alemán, que ya había retirado de sus estanterías a inicios de semana los huevos procedentes de las granjas holandesas afectadas.
El origen del caso se sitúa en Chickfriend, una compañía holandesa especializada en un tratamiento contra el ácaro rojo, un parásito nefasto para las gallinas. La empresa empleó en su producto fipronil, una molécula prohibida en el tratamiento de animales destinados a la cadena alimentaria. La investigación reveló también que el producto contaminado se había distribuido a criaderos en Alemania, donde las estimaciones sobre el número de huevos contaminados no dejan de aumentar.
El ministro regional de Agricultura de Baja Sajonia (oeste), el ecologista Christian Meyer, habló este viernes en la cadena ZDF, estimando que podría haber 10 millones de huevos afectados. En grandes cantidades, el fipronil, considerado como «moderadamente tóxico» para los humanos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es peligroso para los riñones, el hígado y la tiroides, según el organismo holandés encargado de la seguridad alimentaria y sanitaria, NVWA. En Bélgica, las cadenas Colruyt, Albert Heijn y Aldi también retiraron huevos sospechosos de las góndolas.
Por su parte la Comisión Europea declaró que «está siguiendo el caso muy de cerca», según las declaraciones de esta semana de la portavoz Anna-Kaisa Itkonen a la prensa. Las pérdidas se elevan ya a «miles de millones de euros», según el sindicato holandés de productores avícolas.
En tanto, el escándalo podría ser aún más grave si se descubre que productos derivados del huevo también están afectados.
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