El síndrome pulmonar por hantavirus es una enfermedad infecciosa caracterizada por síntomas similares a la influenza que puede avanzar rápidamente hacia problemas respiratorios que podrían poner en riesgo tu vida.
Varios tipos de hantavirus pueden provocar el síndrome pulmonar por hantavirus. Son transportados por varios tipos de roedores, particularmente el ratón ciervo. Puedes infectarte principalmente respirando el aire infectado con hantavirus que se libera en la orina y el excremento de los roedores.
Como las opciones de tratamiento son limitadas, la mejor protección contra el síndrome pulmonar por hantavirus es evitar los roedores y sus hábitats.
Síntomas
El síndrome pulmonar por hantavirus atraviesa dos etapas distintas. En la primera etapa, puedes presentar signos y síntomas similares a los de la influenza, tales como:
Fiebre y escalofríos
Dolores musculares y dolores de cabeza
Vómitos, diarrea o dolor abdominal
En las primeras etapas, la infección por hantavirus es difícil de distinguir de la influenza, la neumonía u otras afecciones virales. Después de 4 a 10 días, comienzan los signos y síntomas más graves. Estos generalmente pueden ser:
Tos con secreciones
Falta de aire
Acumulación de líquido en los pulmones
Presión arterial baja
Reducción de la eficiencia del corazón
Cuándo consultar al médico
Los signos y síntomas del síndrome pulmonar por hantavirus pueden empeorar de repente y poner en riesgo la vida rápidamente. Si has estado cerca de roedores o de excremento de roedores y tienes signos y síntomas de fiebre, escalofríos, dolores musculares o tienes alguna dificultad para respirar, busca atención médica de inmediato.
Causas
Cada tipo de hantavirus tiene un roedor portador preferido. El ratón ciervo es el principal portador del virus responsable de la mayoría de los casos de síndrome pulmonar por hantavirus en Norteamérica. Otros portadores del hantavirus son la rata coliblanca, la rata algodonera y la rata del arroz.
Inhalación: principal vía de transmisión
El hantavirus se transmite a las personas principalmente a través de la aerosolización de los virus que se liberan en el excremento, la orina o la saliva de roedores. La aerosolización ocurre cuando un virus se lanza al aire, lo que facilita la inhalación. Por ejemplo, una escoba que se usa para limpiar el excremento de ratón en un ático puede lanzar al aire partículas diminutas de heces que contienen hantavirus, que tú puedes inhalar fácilmente.
Después de inhalar el hantavirus, este alcanza los pulmones y comienza a invadir unos pequeños vasos sanguíneos llamados «capilares» hasta que, finalmente, causa filtraciones. Luego, los pulmones se llenan de líquido, lo que puede desencadenar cualquier problema respiratorio asociado con el síndrome pulmonar por hantavirus.
Transmisión de persona a persona
Las personas que se infectan con la cepa norteamericana del síndrome pulmonar por hantavirus no contagian a otras personas. No obstante, ciertos brotes en América del Sur evidencian que se transmite entre personas, lo cual ilustra la variación entre cepas en distintas regiones.
Factores de riesgo
El síndrome pulmonar por hantavirus es más frecuente en las regiones rurales del oeste de los Estados Unidos durante los meses de primavera y de verano. El síndrome pulmonar por hantavirus también se observa en Sudamérica y en Canadá. Otros tipos de hantavirus se observan en Asia, donde causan trastornos renales en lugar de problemas pulmonares.
La probabilidad de contraer síndrome pulmonar por hantavirus es mayor para las personas que trabajan, viven o pasan tiempo en los lugares donde hay roedores. Algunos factores y actividades que aumentan el riesgo son:
Abrir y limpiar edificaciones o cobertizos que no se usaron durante mucho tiempo
Limpiar casas, especialmente áticos y otras zonas de poco tráfico
Tener la casa o el lugar de trabajo infestados de roedores
Tener un trabajo que implique la exposición a los roedores, como los trabajos de construcción, los servicios públicos y el control de plagas
Ir de campamento, practicar senderismo o cacería
Complicaciones
El síndrome pulmonar por hantavirus puede poner en peligro la vida de manera rápida. A medida que los pulmones se llenan de líquido, se hace cada vez más difícil respirar. La presión arterial disminuye y los órganos comienzan a fallar, en especial, el corazón. Según la cepa de hantavirus, la tasa de mortalidad correspondiente a la variedad norteamericana del síndrome pulmonar por hantavirus puede ser superior al 30 por ciento.
Prevención
Mantener a los roedores fuera de tu hogar y de tu lugar de trabajo puede ayudarte a reducir el riesgo de tener una infección por hantavirus. Puedes intentar lo siguiente:
Bloquea el acceso. Los ratones pueden pasar a través de orificios tan estrechos como de 1/4 de pulgada (0,5 cm) de ancho. Sella los orificios con mallas de mosquitero, tapajuntas de metal o cemento.
Cierra la cocina. Lava los platos de inmediato, limpia las encimeras y los pisos, y guarda la comida —incluso el alimento para mascotas— en contenedores a prueba de roedores. Usa tapas herméticas para los cestos de basura.
Reduce el material donde anidan. Aleja la maleza, el pasto y la basura de los cimientos del edificio.
Coloca trampas. Las trampas de resorte deben colocarse a lo largo de los zócalos. Ten cuidado cuando utilices trampas con cebos envenenados, ya que el veneno también puede dañar a las personas y a las mascotas.
Procedimientos de limpieza seguros
Moja con alcohol, con desinfectantes para el hogar o con blanqueador a los roedores muertos y los lugares donde los encontraste. Esto mata el virus y ayuda a evitar que el polvillo infectado se mezcle con el aire. Una vez que todo está mojado, usa una toalla húmeda para juntar el material contaminado. Después limpia el área con un trapeador o con una fregona con desinfectante.
Toma precauciones especiales, como usar una mascarilla, cuando limpies edificios infestados de roedores.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
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