Entre Ríos forma parte de una de las regiones endémicas por hantavirus
Hasta la última semana de 2018 se notificaron 54 casos; se confirmaron seis y tres permanecían en estudio. En seis años hubo 20 confirmados
Entre Ríos forma parte de una de las regiones endémica por hantavirus junto a Buenos Aires y Santa Fe. Si bien las estadísticas varían, hay años que los casos de estudio y posterior confirmación se incrementan, sobre todo en épocas de crecidas y de abundantes lluvias que es cuando mayor proliferación de roedores se produce. Las restantes zonas en el país son el norte (Salta, Jujuy); noreste (Misiones) y sur (Neuquén, Río Negro y Chubut).
Si bien lo que ocurre en Chubut es inusual por la cantidad simultánea y por su alta letalidad, se trata de una enfermedad presente en la provincia, como se puede observar en el cuadro incluido en la nota. Entre 2013 y 2018 hubo 598 casos en todo el país, que provocaron 111 muertes; la tasa de letalidad fue del 18,5%. En ese período, en la provincia se confirmaron 20 casos.
En el caso de Entre Ríos, los últimos monitoreos en la población de roedores realizados en el Parque Pre Delta por investigadores del Conicet, indicaron que en la isla del Barro –próximo al Paraje Las Jaulas, Departamento Diamante–, en septiembre y octubre pasado detectaron un 20% de roedores con anticuerpos para hantavirus, según se informó en el último Boletín Epidemiológico de Entre Ríos. Además la totalidad de los roedores capturados fueron colilargos (Oligoryzomys flavescens). Los roedores, especialmente los ratones colilargos –la cola es dos veces el largo del cuerpo– son portadores del hantavirus, presente en la orina y en los excrementos.
La enfermedad es viral aguda grave, caracterizada por una fase inicial de corta duración (cuatro a seis días en promedio) en la que se presentan fiebre, mialgias, astenia, cefalea, y en ocasiones, un cuadro gastroentérico con vómitos y diarrea. Evoluciona rápidamente a una fase cardiopulmonar, en la que se presentan distrés respiratorio y alteraciones hemodinámicas graves. Se transmite por inhalación, cuando se respira en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados (principalmente los colilargos) desprendieron el virus contaminando el ambiente.
Según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de Entre Ríos, en 2018 se notificaron 54 casos, de los cuales 45 fueron descartados y seis confirmados en las siguientes ciudades: Ramírez, Gualeguaychú, Paraná, Villa Libertador San Martín y dos en Gualeguay. Tres casos permanecen en estudio.
Y fue uno de estos casos el que permitió que después de dos décadas, se estudien las especies de roedores en el departamento Gualeguaychú con un doble objetivo: por un lado poder identificar la fuente de contaminación del paciente y, por otro, reactivar la capacitación técnica de la Dirección de Epidemiología en cuanto a captura de roedores transmisores de hantavirus.
Antecedente
En 2011 en relación a varias enfermedades, desde la Secretaría de Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud de la Nación se advirtió que Entre Ríos era la provincia que más tasa letal tuvo sobre este padecimiento.
En 2010, Entre Ríos tuvo cinco casos confirmados y en 2011 10 casos confirmados. Salta, por ejemplo, tuvo en el 2011, 11 casos confirmados, pero en el 2010 había tenido 19 casos confirmados, es decir, descendió; mientras que Entre Ríos duplicó sus casos.
Con respecto a las tasas de letalidad, las mismos fluctúan en un rango amplio, atribuyéndose estos resultados a los distintos grados de virulencia de los genotipos circulantes en cada región y al bajo número de casos absolutos que hace que a cada muerte corresponda una variación importante de la tasa. Por ejemplo, Buenos Aires tuvo siete casos confirmados en el 2011, de los cuales tres fallecieron, lo que representa una tasa del 43%. Entre Ríos tuvo en ese mismo período diez casos confirmados, de los cuales cinco fallecieron, lo que indicó una tasa del 50%.
Ya en los últimos años, se experimentó una mayor letalidad en el sur del país, donde alcanzó a un 40% de los casos.
Contagio
El hantavirus se contrae por las excretas de los ratones. Si una persona entra a un galpón y mueve un recipiente, por ejemplo, ahí levanta polvo o aerosoles y suspendidos en esas partículas está el virus. Por eso se recomienda limpiar y ventilar.
Según la cartera sanitaria nacional, el síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede presentarse como un cuadro leve con un síndrome febril inespecífico o llegar hasta la manifestación más grave con insuficiencia respiratoria grave y shock cardiogénico. Los primeros síntomas son similares a un estado gripal: fiebre 38°C, dolores musculares, escalofríos, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea sin compromiso de vías aéreas superiores.
El tiempo en presentar los síntomas es muy variable, depende de la dosis con la que se haya infectado el paciente. No es lo mismo respirar una gotita que tener contacto con grandes cantidades. El período de incubación es asintomático, de 9 a 30 días desde que se infecta hasta que presenta el primer síntoma. Después sigue una fase prodrómica, que es una fiebre con dolor en las articulaciones, entonces ahí se puede confundir con otras enfermedades febriles como dengue, leptospirosis e incluso una gripe fuerte lo que dificulta el diagnóstico. Esa fase febril puede durar cinco días y luego sucede la fase respiratoria, que es muy rápida porque el pulmón se llena de líquido. Por eso es importante el diagnóstico temprano y preciso.
Prevención
El Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación aconseja a la población:
• Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones; o que entren o hagan nidos en las viviendas. Para ello hay que tapar orificios en puertas, paredes y cañerías y realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
• Colocar huertas y leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros del domicilio.
• Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones). Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar o mascarilla respiratoria.
• En caso de acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable. Si se encuentra un roedor vivo hay que usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Y si se encuentra un roedor muerto, rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guante, enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad o quemarlo.
Para prevenir esta enfermedad no existen vacunas.
Diario 1