SALUD Y CONTROL – Cinco pesticidas utilizados en la actividad agrícola, entre ellos el conocido «glifosato», fueron declarados como cancerígenos «posibles» o «probables» por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)», dice el informe científico publicado en una revista especializada de tirada internacional.
Y por otra parte, la investigación indica que el herbicida «también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas», según el sumario con las evaluaciones finales publicado por la IARC en la revista «The Lancet Oncology».
Este herbicida es el de mayor volumen de producción global de todos los pesticidas y se utiliza sobre todo en la agricultura: en la Argentina es comercializado para combatir las plagas que afectan a las miles de hectáreas plantadas con soja cada año.
Su uso se disparó a partir del desarrollo de cosechas modificadas genéticamente para hacerlas precisamente resistentes al uso de este agente y en el país se masificó la venta con el boom sojero.
El herbicida glifosato (sustancia activa del Roundup, uno de los agrotóxicos más vendidos en todo el mundo) y los insecticidas diazinón y malatión han sido clasificados como «probablemente cancerígenos para los humanos».
Los insecticidas tetraclorvinfos y paratión también fueron designados como «posiblemente cancerígenos para el ser humano» por esta agencia, con sede en la ciudad francesa de Lyon y dependiente de la Organización Mundial de la Salud, organismo de la ONU.
Tras la realización de una serie de pruebas, estos dos últimos productos entraron en el llamado Grupo 2B establecido por la IARC al hallarse «evidencias convincentes» de que esos agentes causaron cáncer a animales de laboratorio.
El tetraclorvinfos está prohibido en la Unión Europea, aunque en los Estados Unidos continúa usándose incluso en mascotas, y el uso de paratión está muy restringido desde los años 80 del pasado siglo.
El insecticida malatión, por su parte, ingresó en el Grupo 2A por las «evidencias limitadas» de que produciría linfoma no- Hodgkin y cáncer de próstata en humanos, según recogen estudios realizados en agricultores de Estados Unidos, Canadá y Suecia publicados desde 2001.
Este agente se usa en la agricultura y se produce en grandes cantidades en todo el mundo, aunque la exposición de la población es baja y sucede principalmente en residencias cercanas a áreas en las que se ha utilizado.
El diazinón es «probablemente cancerígeno» al haber «evidencia limitada» de su relación con la aparición de linfoma no-Hodgkin y cáncer de pulmón en quienes se han visto expuestos a él, según estudios realizados en EEUU y Canadá.
Existe una «fuerte evidencia» de que el diazinón indujo daños sobre el ADN o sobre los cromosomas. Se ha utilizado normalmente en agricultura y para el control de insectos caseros y de jardín, aunque su volumen de producción es relativamente bajo, especialmente después de las restricciones que entraron en vigor en 2006 en EEUU y la UE.
******************************************************************
LA POSICIÓN DE MONSANTO (Productores de Round-Up Glifosato)
24.03.2015
La empresa dio a conocer su posición sobre la información generada por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que clasificó al glifosato en la categoría 2A, en el que ubica también a productos como el café y los teléfonos celulares como eventuales cancerígenos.
En un comunicado, la empresa expresó que “como consumidores, la seguridad de nuestros productos es de suma importancia para cada uno de los que trabajamos en Monsanto. Y queremos ser claros: todos los usos del glifosato para el cuidado de los cultivos incluidos en la etiqueta de los productos son seguros para la salud».
«Este resultado (del IARC) fue alcanzado por un uso ‘selectivo’ de algunos datos y es un claro ejemplo de un programa impulsado por agendas sesgadas”, indicó la compañía.
«En contraste con el examen amplio de que los reguladores de todo el mundo han realizado más de tres décadas, la IARC publicó su clasificación basada en una revisión de datos limitado después de horas de discusión en una reunión de una semana», ampliaron.
Además, el IARC es uno de los cuatro programas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que han revisado la seguridad de glifosato y su clasificación es incompatible con las evaluaciones de los otros programas, expresaron.
«Dos de los programas de la OMS – Grupo Básico de Evaluación y el Programa Internacional de Seguridad Química – concluyeron que el glifosato no es cancerígeno. Las Directrices de la OMS para el programa de calidad del agua potable concluyó glifosato no representa un peligro para la salud humana», agregó la compañía.
“Creemos que las conclusiones sobre un asunto tan importante como la seguridad humana deben de ser sin sesgo, exhaustivas y basadas en ciencia de calidad que se adhiera a las normas internacionalmente reconocidas”, finalizaron.
Desde chico en contacto con agrotoxicos a los 38 años me diagnosticaron cáncer de begiga que suerte la mía saludos