GANADERÍA EN COLOMBIA. Seis Prácticas para una Buena Rentabilidad

Con simples acciones el productor puede incrementar su uso de buenas prácticas, para que de esta manera esto repercuta directamente en la rentabilidad y en la mitigación al cambio climático.

 

La ganadería sostenible requiere de las buenas prácticas para poder desarrollarse y crecer sistemáticamente. En CONtexto ganadero, le explicamos cuál es su forma de contribuir a una actividad más armónica con el medio ambiente.

 

Conozca algunas prácticas que se desarrollan en la ganadería sostenible que contribuyen al medio ambiente, así como a la productividad, que es uno de los enfoques que más necesita impulsar el productor.

 

De acuerdo a la revista Semana Sostenible, especial de ‘La nueva ganadería: el reto de transitar hacia un modelo sostenible’, existen 6 puntos clave que el ganadero debe tener en cuenta a la hora de incursionar en la ganadería sostenible. Estos puntos se derivan de un enfoque principal, las buenas prácticas ganaderas. (Lea: Informe: Buenas Prácticas Ganaderas, claves para aumentar la rentabilidad)

 

La nueva vegetación que aporta los sistemas silvopastoriles se convierte en alimento y sombrío para el ganado bovino y en refugio de muchas aves, que llevan consigo algunas semillas de un lugar a otro, y así se genera un mayor aumento de los bosques.
Las cercas vivas de árboles y los setos forrajeros que son las asociaciones de arbustos o árboles, se utilizan para dividir los potreros, también sirven de alimento para las reses, refugio para la biodiversidad y como corredores de conectividad.
La Fundación CIPAV y The Nature Conservancy, TNC, implementan los sistemas de monitoreo a nivel de finca y a escala de paisaje. Por ejemplo, los murciélagos se atrapan a través de una red de niebla con el objetivo de marcarlos y estudiarlos para conocer sus hábitos de vida. Posterior a esto, estos animales son liberados.
La rotación de potreros disminuye la compactación del suelo, lo que hace que se desarrollen microorganismos que mejoran el crecimiento de los árboles que allí se siembran. Por otra parte, se aprovecha mejor el alimento que se les ofrece a los bovinos, lo que disminuye los gases de efecto invernadero.
 

En los predios con sistemas silvopastoriles se aumenta en un 1,94% el porcentaje de los sólidos como las proteínas, sales minerales y lactosa, además de ña grasa de la leche, lo cual mejora sustancialmente su calidad. (Lea: Sistemas silvopastoriles: no se trata de solo sembrar árboles)
Por otro lado, las ganaderías ubicadas en zonas que son corredores de aves migratorias, se pueden convertir en proveedoras de hábitat para estas especies.
Finalmente, todo esto contribuye a que con simples acciones, el productor pueda incrementar su uso de buenas prácticas, para que de esta manera esto repercuta directamente en la rentabilidad y en la mitigación al cambio climático. (Lea: Seis acciones para lograr las Buenas Prácticas Ganaderas)

 

Fuente: Semana Sostenible,

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