Físicos ensayan criptografía cúantica para móviles
■El cifrado cuántico se basa en principios de la física para garantizar envio seguro de información
■La tecnología de cifrado ha sido de interés para organizaciones gubernamentales y privadas
■Aunque la tecnología promete, aún falta mucho para incluirla en dispositivos móviles
por Claudia del Castillo –
Con el escándalo generado a nivel mundial por las revelaciones de Edward Snowden y el proyecto de espionaje ciudadano PRISM, los usuarios buscan proteger su privacidad y los datos que estén a su nombre en la Internet. Pero no siempre es tarea fácil.
Servicios de correo electrónico cifrado como Lavabit han decidido apagar sus servidores antes que entregarle información de sus clientes al gobierno, y los servicios y apps que buscan proteger la información privada de quienes los utilizan no tienen el éxito esperado. O simplemente no se sabe si funcionarán o no a largo plazo.
La solución a este problema podría venir desde la Universidad de Bristol (Inglaterra) donde Jeremy O’Brien y un grupo de investigadores aseguran que han logrado modificar la criptografía cúantica para incluirla en un futuro en dispositivos móviles. Pero vamos un poco más despacio: exactamente, ¿qué es la criptografía cuántica?
Dicho en castellano, la criptografía cuántica utiliza principios de la física, en concreto de la mecánica cuántica, para garantizar la seguridad total de la información transmitida entre dos partes.
Un sistema de transmisión de datos e información totalmente seguro: si un tercero trata de interferir en la conversación o durante el proceso de creación de llaves de seguridad especiales, el proceso se altera y los dos extremos de la conversación se dan cuenta de la existencia del intruso antes de la transmisión de la información.
Así, la información permanece totalmente confidencial y el intruso falla en su propósito de obtener la información que buscaba. El proceso de cifrado se basa en el principio de incertidumbre de Heisenberg, que se basa en una propiedad inherente a los sistemas cuánticos y que asegura que ciertas mediciones no se pueden hacer a un sistema sin alterarlo. En este caso, no es la medición sino la interferencia directa en una parte de la creación de un compontente del sistema.
Los investigadores han modificado la distribución básica de llaves en la comunicación cúantica o QKD. Ésta forma de comunicación establece un vínculo entre dos partes, conocidas como Alice y Bob y si una tercera «persona», conocida como Eve, trata de interferir en la comunicación los mensajes se cambian y Alice y Bob se darán cuenta de lo sucedido.
Ambas partes deben estar provistas de una serie de decodificadores especiales para procesar la llave, que se utiliza normalmente para comunicación cifrada.
En la nueva técnica solamente una de las partes, sea Alice o Bob, deberá tener el equipo necesario para crear la llave criptográfica y así podrá enviarle la información a la otra parte a través de fibra óptica. La otra parte solamente tendría que codificar parte de la información para reenviarla, lo que simplificaría el proceso y que permitiría su uso en dispositivos móviles.
Normalmente, los dos extremos de la comunicación deben estar alineados correctamente para que pase la información entre los dos extremos de forma adecuada, uno de los desafios que ha impedido el desarrollo de la tecnología para teléfonos móviles. O’Brien y su equipo utilizan una forma mejorada de QKD que, siempre y cuando la alineación entre Alice y Bob cambie lentamente en comparación con el flujo de información, permite que funcione en equipos móviles.
El interés en este tipo de seguridad ha aumentado notablemente en los últimos 10 años, especialmente dentro de organizaciones privadas como bancos y entidades públicas como gobiernos y fuerzas militares.
Aunque aún falta mucho para introducir este servicio al público en general, de seguro resultará muy exitoso para quienes no confian en entregarle sus datos a cualquiera en Internet.
Fuente: MIT Technology Review
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