Farmacia y Bioquímica. CON UN HISOPO Y EN MINUTOS, ANTES HABIA QUE ENVIAR LA MUESTRA A USA. Gran Logro

TRIPODICon solo un hisopado bucal ahora se puede evaluar la deficiencia de la coenzima Q10, y con una formulación en jarabe se la puede reponer. Antes, si se sospechaba de un posible déficit, había que extraer una muestra de sangre y los resultados demoraban un año.

En la imagen,las investigadoras Paula Samassa, Silvia Lucangioli, Valeria Tripodi y Manuela Martinefski,el equipo de investigadoras que trabaja sobre la coenzima Q10.
Sebastián Alonso (Agencia CTyS) – Seguramente habrán escuchado hablar de las propiedades antioxidantes de la coenzima Q10 y su presencia en cremas; pero su importancia para las personas es mucho mayor. Se trata de un componente constitutivo de todas las células del organismo que participa del mecanismo por el cual éstas generan su propia energía. De allí la importancia de detectar su deficiencia en el organismo para iniciar rápidamente un tratamiento.

Su déficit se asocia a diversas patologías, lo cual le da aun más valor al trabajo de este grupo de científicos del CONICET, cuyas innovaciones permiten extraer fácilmente muestras en los pacientes para diagnosticar si sufren la falta de la coenzima y, en ese caso, administrarla de manera eficaz.

Tradicionalmente, los métodos utilizados para analizar la CoQ10 son la extracción en sangre o en músculo, a través de una intervención quirúrgica. La mayor dificultad para la extracción de muestra es que muchos de los chicos que padecen la falta de la coenzima tienen una degeneración neurológica importante, por lo cual son sumamente sensibles.

“La técnica consiste en pasar un hisopo en los carrillos internos de la boca para arrastrar células y así, sin lastimar, analizar en ellas la CoQ10”, explica quien conduce la investigación, Valeria Trípodi, Doctora del Departamento de Tecnología Farmacéutica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA en diálogo con la Agencia CTyS.

Este hisopado bucal resulta ventajoso ya que no es invasivo, no genera dolor, y no hace falta que lo realice un médico o un bioquímico porque puede tomar la muestra un familiar, después de recibir las instrucciones, para luego llevarla al laboratorio. “Las analizamos con una técnica que también hemos desarrollado, una cromatografía liquida de alta performance”, afirma la Doctora.

En un primer tipo de deficiencia, la falta de la CoQ10 puede provocar una degeneración neuronal y muscular progresiva, aunque es poco frecuente. La de carácter secundario es aquella en la que otras patologías actúan de base, como Alzheimer o Parkinson, y originan una disminución del compuesto.

Actualmente pueden encontrarse suplementos dietarios que contienen la coenzima en muy baja concentración; sin embargo no llegan a tener el efecto terapéutico necesario para todos los pacientes con deficiencia, aseguran los investigadores.

Trípodi señala que, en Argentina, la alternativa terapéutica disponible es una preparación magistral sólida (realizada por el farmacéutico para cumplimentar una prescripción médica) .En estos casos se prepara una cápsula con la coenzima que no es aplicable a todos los casos, por ejemplo en pacientes con problemas de deglución asociados o en aquellos que lleven sondas.

Los investigadores, que estudian al componente desde 2010, han desarrollado una fórmula, también magistral, pero en este caso líquida. “Es como un jarabe dulce para que sea tomada fácilmente e ideal para los pacientes pediátricos”, detalla la Doctora e indica que este tipo de formulaciones se las llama “huérfanas” al no existir una preparación hecha por la industria farmacéutica.

El ahorro en tiempo y prevención es notorio. Anteriormente, si un médico sospechaba de alguna deficiencia, tenía que mandar la muestra a Estados Unidos y los resultados demoraban un año. Con estos avances, es posible obtener un diagnóstico dentro de la misma semana para iniciar el tratamiento más rápido.

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