La fertilidad disminuye con la edad tanto en hombres como en mujeres. Aunque los hombres de edad avanzada todavía son capaces de emitir semen activo (y por lo tanto, fertilizar el óvulo de la mujer), las mujeres nacen con una cantidad de óvulos determinada- aproximadamente medio millón. Así mismo, el reloj de la fertilidad se acelera tanto en los hombres como en las mujeres después de los 35 años, cuando comienza el declive de la fertilidad para ambos sexos.
Aunque cada embarazo es único y cada embarazo puede resultarle distinto a la misma mujer, la edad influye y de hecho afecta los aspectos físicos del embarazo. A continuación se describe lo que las mujeres pueden esperar según la década.
En la década de los veinte
Nuestros cuerpos están en su plenitud para producir bebés durante la década de los veinte. Estamos en plena forma físicamente: los ciclos irregulares de nuestra adolescencia se han regulado y los óvulos están sanos y frescos. El cuerpo puede aguantar la carga adicional en la espalda, huesos y músculos mejor que en cualquier otro momento.
El riesgo de un aborto espontáneo es bajo -aproximadamente 10 %-tener al igual que la probabilidad de un hijo con síndrome de Down, espina bífida u otra anomalía congénita cromosómica. (A los 25 años, el riesgo de tener un hijo con síndrome de Down es de 1 en 1250. A los 40, las probabilidades son de 1 en 100). Además, las mujeres en la década de los veinte presentan la menor incidencia de complicaciones médicas durante el embarazo.
Sin embargo, existen ciertos peligros cuando hay un embarazo en la década de los veinte: el riesgo de preeclampsia, la hipertensión producida por el embarazo, es alto entre las mujeres de 20 a 24 años. Esta afección se presenta por lo general en el primer embarazo -y es más probable que las mujeres en el inicio de la veintena estén en su primer embarazo. Además, las mujeres más jóvenes tienen hábitos alimenticios y de salud menos desarrollados, de modo que es más probable que el bebé pese poco al nacer.
En la década de los treinta
Hoy en día, una de cada cinco mujeres espera hasta los 35 años para tener su primer hijo y a pesar de la edad avanzada y la fertilidad menguante, el cuerpo todavía puede producir y tener un bebé sano y rozagante. Tal vez deba ser más paciente con su cronograma para la concepción -usted tiene una probabilidad del 20 % al mes de quedar embarazada y las treintañeras tardan por lo general de tres a seis meses más que las madres más jóvenes.
Las treintañeras también corren un mayor riesgo de desarrollar problemas médicos relacionados con el embarazo, tales como diabetes gestacional, presión arterial elevada y placenta previa (afección en la cual la placenta crece cerca del cérvix, cubre parcial o totalmente la abertura uterina y causa hemorragia severa durante el parto). Además, ciertas afecciones crónicas como diabetes y presión arterial elevada se hacen más evidentes durante esta década y muchos síntomas pueden complicar el embarazo.
Los 35 años de edad marcan el inicio oficial de los embarazos de alto riesgo -aunque no es como si el reloj marca el 35to. año y todo se desmorona instantáneamente. Los médicos usan esta edad más bien como un indicativo de cuándo comenzar a estar atentos y observar ciertas posibilidades en los embarazos.
A esta edad las probabilidades de tener un bebé con problemas cromosómicos (como síndrome de Down) también aumentan -si está embarazada a los 35 años, las probabilidades de que su bebé tenga síndrome de Down son 1 en 378 y la probabilidad de tener alguna otra anomalía cromosómica es 1 en 192. El riesgo de sufrir un aborto espontáneo en la segunda mitad de esta década es el doble que en la de los veinte.
En la década de los cuarenta
No es totalmente extraño que las mujeres tengan bebés entradas en los cuarenta. De hecho, entre 2007 y 2009, CDC dice que hubo un aumento del 6 % en alumbramientos en mujeres de 40 a 44 años mientras que se presentó un declive en otros grupos etarios. Aun así, los riesgos asociados con la edad maternal avanzada -término que escuchará con frecuencia si queda embarazada después de los 35- no deben ignorarse, especialmente si está entrada en esta década.
El 50 % de las mujeres de 40 a 49 años sufrirán de infertilidad o dificultades para concebir -hecho que podría explicarse por la siguiente estadística: las mujeres mayores de 40 años tienen aproximadamente un 5 % de probabilidades al mes de quedar embarazadas. Este porcentaje se cumple tanto para la concepción natural como para los embarazos con asistencia médica.
Los riesgos relacionados con el embarazo son los mismos para la madre durante esta década que a los treinta avanzados: corre el riesgo de padecer preeclampsia, diabetes gestacional y placenta previa, entre otras afecciones. La diferencia entre las dos décadas está en los posibles efectos para el bebé. Las probabilidades de tener un bebé con anomalías cromosómicas aumentan radicalmente -el riesgo de presentar el síndrome de Down es de 1 en 106 para la mujer de 40 años y de 1 en 30 para la de 45 años. La tasa de abortos espontáneos aumenta también -el riesgo de perder el embarazo es de más de 50 % en mujeres de 45 años o más.
También existe una mayor probabilidad de que las mujeres de 40 a 49 años tengan embarazos múltiples, aun sin intervención médica. Los niveles hormonales cambiantes podrían estimular al organismo a emitir más de un óvulo durante la ovulación.
A pesar de estos riesgos, si su estado de salud es bueno, no tiene afecciones preexistentes que pudiesen complicar el embarazo y se alimenta bien durante el embarazo, el riesgo general de que tenga complicaciones no es mucho más alto que el de una veinteañera o treintañera.
Medically Reviewed by Jennifer Monti, MD, MPH