En zonas rurales o agrícolas aisladas, obtener la energía necesaria para poder desarrollar actividades como el riego o el bombeo de agua suelen ser muy complejo y costoso. Pero, poco a poco, la energía solar se abre camino en la agricultura, no solo gracias a que reduce el impacto sobre el medio ambiente, sino también por tener en cuenta la vertiente económica.
La explotación agrícola de Monterde, España, se encuentra en una finca aislada de conexión eléctrica, por lo que era necesario buscar una alternativa rentable que evitara los costes que genera trasladar la energía de un lugar a otro. Ante esta situación y gracias al asesoramiento de SUEZ Agricultura, se ha llevado a cabo este innovador proyecto de energía renovable, que permite obtener la energía requerida para poder bombear agua subterránea desde un pozo ya existente. El agua posteriormente se utiliza, a través de sistemas de aspersión, para el riego de los cultivos. Esta solución pone en valor zonas agrícolas abandonadas por la dificultad de suministro de energía a unos costes sostenibles, aumenta la renta de los agricultores y evita la desertificación.
Se disponen de soluciones orientadas a ayudar al agricultor para hacer un uso más eficiente del agua y la energía, con la finalidad de producir más alimentos utilizando menos recursos.