Por: Jorge Vázquez = EL DIARIO NYC
A poco tiempo de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) autorizara a Johnson & Johnson (J&J) extender la fecha de caducidad de sus vacunas contra Covid-19 a seis semanas más, la dependencia le hizo otro anuncio importante.
Pues resulta que tras semanas de una revisión exhaustiva, la FDA determinó que J&J debe eliminar 60 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus que fueron producidas en el laboratorio de Baltimore por posible contaminación, consecuencia de un error humano, publicó The New York Times.
La FDA planea autorizar que otro lote de 10 millones de dosis, que se encuentran en buen estado, se distribuyan en Estados Unidos o se envíen a otros países pero con una advertencia de que los reguladores no pueden garantizar que Emergent BioSolutions, la compañía responsable de la planta, cumplió cabalmente con las buenas prácticas de fabricación.
Por semanas la F.D.A. ha estado buscando dar un destino a las 170 millones de dosis de vacunas que quedaron en espera, después del descubrimiento que provocó la detención de su producción y que involucró a dos vacunas fabricadas en el laboratorio de Baltimore.
Más de 100 millones de dosis de J&J y alrededor de 70 millones de dosis de AstraZeneca, quedaron en suspenso desde marzo, luego de que Emergent descubriera que sus empleados habían contaminado un lote de vacuna de J&J con elementos de AstraZeneca.
Ante el conocimiento de los hechos las autoridades ordenaron a la planta que detuviera la producción, despojaron a Emergent de su responsabilidad de producir la vacuna de AstraZeneca e instruyeron a J&J para que asumiera el control directo sobre la fabricación de su vacuna allí.
La agencia no ha determinado si Emergent puede reabrir la fábrica, que ha estado cerrada durante dos meses por despertar preocupaciones regulatorias.
La vacuna de Johnson & Johnson se consideró en un momento como una de las armas claves para afrentar la pandemia en Estados Unidos, ya que solo requiere de una aplicación y resultaba particularmente útil en comunidades vulnerables.
Todo esto sucede en el marco en donde el gobierno estadounidense se ha planteado el objetivo de tener al 70% de la población con al menos una dosis para el día 4 de julio, fecha simbólica elegida por el presidente Biden para marcar el comienzo del fin de la pandemia.