SALUD y CONTROL – Se afirma que las adolescentes que reciben educación sexual y anticonceptivos, de forma gratuita, corren menor riesgo de sufrir embarazos no deseados o tomar la decisión de abortar. El estudio promovió especialmente el uso de métodos de acción prolongada, como los dispositivos intrauterinos (DIU) y los implantes subdérmicos.
SINC| |01 octubre 2014 23:00
Ofrecer educación sexual y planificación familiar gratuita a adolescentes disminuye el número de abortos y de embarazos no deseados. Esto es lo que asegura una investigación realizada con 1.404 jóvenes estadounidenses y publicada en el New England Journal of Medicine.
«Si eliminamos la falta de información, el costo y el acceso limitado a los métodos de control de natalidad en adolescentes reducimos las tasas de embarazo, nacimiento y aborto», indica Gina Secura, autora principal del estudio y directora del Proyecto Anticonceptivo CHOICE, con sede en St. Louis (EEUU).
El estudio promovió el uso de métodos de acción prolongada, como los dispositivos intrauterinos (DIU) y los implantes subdérmicos, debido a su mayor eficacia en la prevención de embarazos no deseados.
Las integrantes del proyecto sufrieron embarazos no deseados o abortos en un 3,4%, frente a la media nacional de 15,85 %.
Así, un 72% de las participantes optó por este tipo de anticonceptivos, superando ampliamente el promedio de EE UU. Como resultado de este estudio, las integrantes del proyecto sufrieron embarazos no deseados o abortos en un 3,4%, frente a la media nacional de 15,85 %.
Además, el DIU y los implantes tuvieron la menor tasa de abandono durante los dos o tres años en los que la paciente formaba parte del proyecto. «Nos sorprendió el número de adolescentes que, tras elegir estos métodos, continuaron usándolos», exponen los autores.
Los anticonceptivos de larga duración no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual, por lo que CHOICE seguía una doble estrategia de prevención, según explica Secura a Sinc: “Ofrecimos preservativos gratuitos –el único método que previene las enfermedades– a todas las adolescentes durante la participación en el estudio y les aconsejamos sobre su uso”.
La muestra del trabajo incluía a chicas de entre 15 y 19 años, la mitad de las cuales habían tenido previamente un embarazo no deseado y un 17% habían sufrido un aborto. “El Proyecto CHOICE no incluyó a hombres aunque son una parte importante de cualquier estrategia para reducir la tasa de embarazos adolescentes”, añade la autora.
Educar para prevenir y ahorrar
Los resultados apoyan un estudio previo que concluía que los controles de natalidad gratuitos eran la clave para evitar embarazos no deseados. Según afirman los autores, la gratuidad de este servicio se vería recompensada por el ahorro en asistencia pública a las mujeres embarazadas.
“Además de los problemas sociales y de salud que sufren la madre adolescente y su hijo, su tratamiento y la pérdida de ingresos le cuestan millones a las arcas públicas”
“Además de los problemas sociales y de salud que sufren la madre adolescente y su hijo, su tratamiento y la pérdida de ingresos le cuestan millones a las arcas públicas”, subrayan. Para los autores, los resultados demuestran que la educación puede frenar este problema.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades han clasificado el embarazo adolescente como una de las seis Winnable Battles (batallas posibles de ganar). El objetivo WB para 2015 es reducir la tasa de natalidad entre adolescentes en un 20%.
Para Secura, el hecho de informar a las adolescentes de todas sus opciones anticonceptivas les capacita para tomar mejores decisiones con respecto a su sexualidad.
“Hemos oído continuamente que era la primera vez que alguien se sentaba a explicarles todos los métodos de un modo que pudieran entender. Las adolescentes pueden tomar buenas decisiones cuando están informadas y tienen el apoyo de sus familias u otros adultos de confianza”, concluye.
Referencia bibliográfica:
Secura GM, Madden T, McNicholas C, Mullersman J, Buckel CM, Zhao Q and Peipert JF. Provision of no-cost, long-acting contraception and teenage pregnancy. New England Journal of Medicine. Oct. 2, 2104.ç