Un proyecto internacional elabora herramientas de simulación para ayudar a tomar decisiones sobre agricultura
«Finalmente, cualquier problema en el campo acaba llegando por un efecto dominó al resto de actores: transporte, supermercados, clientes… También si el producto no se transporta de una manera adecuada, todo el esfuerzo realizado por el agricultor se pierde. Y, en última instancia, esto se traduce en costos».
Qué ocurre cuando se da una producción agrícola mayor o inferior a la esperada o cuando la calidad del producto es manifiestamente deficiente. Estas son algunas de las preguntas que pretende ayudar a responder un proyecto H2020 — y que busca soluciones innovadoras para todos los problemas derivados de la incertidumbre en la cadena de valor de la agricultura internacional.
RUCAPS es el acrónimo del proyecto que reúne a expertos de siete países (Argentina, Chile, Inglaterra, Italia, España, Francia y Polonia) y que cuenta con una financiación de 1,3 millones de euros que aporta la Comisión Europea. Está coordinado por la Universidad de Liverpool y cuenta con la contribución de la UPV, que se encarga de elaborar herramientas de optimización y simulación para la ayuda en la toma de decisiones. Esta semana, seis de los socios han mantenido un encuentro en el campus de Vera.
El profesor de la Universidad de Liverpool y coordinador de la iniciativa, Jorge Hernández, a explicado que «el concepto de la cadena de valor en la agricultura no es nuevo». «Pero las incertidumbres del campo (clima, economía, tecnología …) hacen que resulte difícil comparar su situación con sectores similares. No se valora suficientemente la transferencia del conocimiento en la agricultura. No existe tampoco un marco validado para apoyar la agroindustria y la gestión del riesgo en entornos de alta incertidumbre como esta», añade.
«Finalmente, cualquier problema en el campo acaba llegando por un efecto dominó al resto de actores: transporte, supermercados, clientes… También si el producto no se transporta de una manera adecuada, todo el esfuerzo realizado por el agricultor se pierde. Y, en última instancia, esto se traduce en costos», ha concluido Hernández.
En este entorno especialmente complejo, los planteamientos tradicionales se muestran ineficaces. Hernández apuesta por las soluciones innovadoras, colaborativas y descentralizadas. «Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es la conexión entre los diferentes actores implicados en la cadena de valor agroalimentaria. Por eso trabajamos en temas de optimización, modelado, logística, gestión de proyectos, tecnologías de la información y las comunicaciones».
Por su parte, Mareva Alemany, profesora del Departamento de Organización de Empresas, es la representante de la Universitat Politècnica de València en RUCAPS. «Muchas veces la cosecha que se obtiene no es la deseada, ni por cantidad ni por calidad. Y mientras, el mercado sigue reclamando un producto diferente. Se trata de ver cómo enlazar tanto el suministro como la demanda para que el desperdicio y el coste sean los mínimos posibles», ha concluido Alemany.
16 SOCIOS
RUCAPS, coordinado por la Universidad de Liverpool, cuenta entre sus socios con otras cinco universidades (Plymouth, Lorraine, Toulouse 1, la Politècnica de València y la Nacional de La Plata) y hasta once organismos diferentes, desde la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana a fundaciones como LEAF (Linking Environment And Farming) pasando por agencias de innovación regional como la Bretagne Development Innovation o empresas del sector como Kernock Park Plants.
organismos diferentes, desde la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana a fundaciones como LEAF (Linking Environment And Farming) pasando por agencias de innovación regional como la Bretagne Development Innovation o empresas del sector como Kernock Park Plants.
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