La empresa BRF, una de las mayores empresas productoras de alimentos del país y de America Latina, habría pagado a laboratorios certificados para que alteraran los resultados de análisis.
El sector de la producción de carne bovina y aviar de Brasil, que exporta miles de millones de dólares a mercados mundiales, se vio afectado este lunes por un nuevo escándalo a causa del fraude en los resultados de análisis de calidad.
La empresa BRF, una de las mayores empresas productoras de alimentos del país y de América Latina, habría pagado a laboratorios certificados para que alteraran los resultados de análisis a varios de sus productos que estarían, en realidad, contaminados con altos índices de bacterias de salmonela.
El fraude se habría producido entre los años 2012 y 2015, cuando laboratorios privados y certificados alteraron los resultados de los análisis para que el Ministerio de Agricultura de Brasil no investigase supuestos problemas por contaminación de salmonela en los productos.
En total sería tres unidades de BRF en tres estados brasileños los afectados por el fraude, y la policía sospecha que el principal objetivo era evitar que los productos cárnicos tuvieran problemas en los mercados externos por contener niveles de salmonela mayores de lo permitido.
La policía federal lanzó una operación en varios estados de Brasil para detener a varias personas implicadas en este fraude cuya magnitud todavía se desconoce, pues el gigante sudamericano es uno de los grandes productores y exportadores de carne del planeta.
El expresidente del grupo BRF, Pedro de Andrade Faria, fue arrestado , mientras las fuerzas de seguridad llevan a cabo decenas de otros arrestos, registros y decomiso de documentos.
La Fiscalía brasileña dijo que ejecutivos de BRF -que controla marcas como Sadia, Perdigao y Qualy- cometieron crímenes contra la salud pública y delitos por falsedad documental, y aseveró que el impacto en la confianza de los productos brasileños alimenticios en el exterior es «inconmensurable».
Este nuevo escándalo supone un golpe para Brasil, que exporta carne a 150 países y está cerca de concluir, en el marco del Mercosur, un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea para aumentar sus cuotas de exportaciones cárnicas al viejo continente.