Con delantales blancos, más de 200 profesionales de la salud respondieron ayer a la convocatoria para manifestar #SomosMédicosNoAsesinos frente a laFacultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Fue un día antes de la lectura de los fundamentos de la condena al endoscopista Diego Bialolenkier en el juicio por la muerte de Débora Pérez Volpin.
por Fabiola Czubaj – Diario La Nación, Buenos Aires – 9 de agosto de 2019
A partir de las 18, sobre la Plaza Houssay, fue creciendo el grupo de médicos de hospitales y centros privados autoconvocados el día anterior con la consigna que se había viralizado a través de redes sociales y mensajes de WhatsApp.
«Pedimos respeto por la profesión», sostuvo una médica joven que, como sus colegas, se excusó de dar su nombre. «Lo importante es que estamos acá, después de un día de trabajo o de una guardia con las dificultades que tenemos para cumplir con nuestra profesión», sostuvo, mientras aguardaba con otras colegas que el gastroenterólogo Pablo Antelo, del Hospital de Clínicas, leyera un documento firmado por Médicos Autoconvocados.
«Nos reunimos acá para reivindicar nuestra profesión. En esta oportunidad, en apoyo a un colega que hizo un procedimiento endoscópico [por Bialolenkier]. En primer lugar, destacamos que un profesional certificado como especialista requiere como mínimo 11 años de estudios y entrenamiento intensivo. En segundo lugar, queremos dejar en claro que la mala praxis, la posibilidad de cometer un error médico y la presencia de una complicación, no son sinónimos», dijo Antelo.
Y continuó: «Consideramos que estas últimas semanas hemos sido objeto de faltas de respeto, agravios de tipo moral, profesional, y que se ha dudado de nuestra integridad como personas. Somos médicos por elección y tenemos claro que lo primero es no dañar».
El contenido del documento se acordó en el grupo de profesionales que se autoconvocaron en el sistema de mensajería Telegram, al que se ingresa por invitación y que en dos días reunió a 1500 miembros. A ese grupo, Bialolenkier envió anteayer una carta que dio a conocer LA NACION.
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«Repudiamos los términos utilizados antes y durante los procesos judiciales, como así también la liviandad con que se han vertido opiniones por personas no capacitadas profesionalmente, tanto de los medios como de la sociedad. Estos dichos han dañado la relación médico-paciente, al generar desconfianza en la medicina en detrimento de la salud de la población», finalizó el documento que leyó Antelo.
Ya de noche en la plaza, rodeada por el Hospital de Clínicas y la Facultad de Medicina, coincidieron en seguir sumando colegas a las convocatorias. «Esto nos pasa porque ninguna sociedad científica nos defiende», dijo tras la lectura del documento la cirujana Andrea Andreacchio, del Hospital Piñero, en el barrio de Flores.
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LA CARTA A LOS COLEGAS
Estimados Primero agradecerles por el apoyo en este momento. Gente amiga, conocida y gente que fui conociendo y que aún estoy conociendo que me brinda su apoyo desde la contención.
Especial mención al presidente de ENDIBA, el Dr. Lorenzo Padin, por acompañarme aquella noche fatídica y terminar al lado mío el día de la sentencia.
Agradecer a la sociedad por las palabras de apoyo que recibo constantemente.
Es muy feo pensar en que un riesgo se transforme en delito. Los médicos no delinquimos, ni una mínima lógica del pensamiento puede hacer pensar eso. Pero este hecho lamentablemente generó que un médico que ama esta profesión no puede no sólo llevarla a cabo, sino que no le admitieron ni la más mínima credibilidad a mis dichos, basándose en hechos hipotéticos apoyados por el cuerpo médico forense en el cual participó hasta ese momento ni más ni menos un integrante de la AAA (Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires), generando un informe absolutamente tendencioso en contra de la endoscopia y a favor de su colega.
Muchas dudas planteadas en nuestro alegato fueron expresados en relación a esos informes al menos llamativos. Pero acá no quiero encontrar responsables. El veredicto está tomado y debo pagar por ello y me haré cargo.
Necesito que sea un punto de reflexión para todos, que la endoscopia se rija por sus propias normativas, que si no las hay se hagan, que si están se completen, que se brinde apoyo a todo colega, porque solo nosotros nos tenemos a nosotros mismos. El resto de la sociedad médica se vio lastimada a excepción de la de anestesista que claramente y como todos sabemos son un ente autónomo y desinteresado de los intereses de nuestra comunidad médica en general.
Sin enfocar más en detalle quiero agradecer de corazón a todos ustedes, amigos, colegas, porque en el peor momento de mi carrera los sentí presente. Porque sé que la sociedad puede ser muy fuerte, porque la comunidad merece seguir siendo atendida, porque la endoscopia no es solo diagnóstica y terapéutica, la endoscopia es preventiva y eso los medios creo que no lo supieron representar, generando miedo en la población.
Finalizo simplemente reiterando y desde lo más profundo de mi, el agradecimiento a todos ustedes. Y quiero que sepan que si bien no puedo volver a ejercer por un largo periodo de tiempo, la vocación no la perdí, y el título no me lo saca nadie. Cuenten conmigo para lo que sea. Yo siempre estaré desde mi humilde lugar y con una gran experiencia a cuestas.
Saludo a todos.
Diego Bialolenkier