Córdoba, Argentina, Productores vitivinicultores de la provincia manifiestan su preocupación por los daños que está causando en las plantaciones el uso del herbicida 2,4D y también dicamba.
Si bien la Provincia, a través del Ministerio de Agricultura, prohibió en 2016 el uso de la formulación éster del 2,4D, el que tiene más deriva, en una ventana que va agosto a marzo, los productores sostienen que en viñedos del norte de la provincia, del departamento Calamuchita y en la zona de Río Cuarto se siguen observando efectos nocivos en las vides por efectos del herbicida. Admiten que hay falta de control
Un relevamiento realizado en noviembre del año pasado por la bodega La Caroyense por de 35 fincas ubicadas a lo largo y ancho de Colonia Caroya, mostró que todos los viñedos con sus diferentes variedades presentaron en mayor o menor escala daños compatibles con el uso de herbicidas hormonales como el 2,4D y dicamba.
Efectos
Según el informe de la bodega, el herbicida de tipo hormonal es absorbido y translocado por las vides. Los síntomas incluyen atrofia de las hojas, epinastia del tallo y daño a los puntos terminales de crecimiento, admiten los productores. “Una repetida exposición a estos compuestos puede retrasar y causar desigualdad de maduración de las bayas en el racimo. A su vez puede causar un debilitamiento general de las plantas y muerte de las mismas principalmente de plantaciones jóvenes”, precisa el relevamiento.
Ante la afectación generada por el herbicida, que según los productores puede demorar hasta tres años el inicio de la producción de una plantación, se deben llevar a cabo prácticas de manejo adicionales para intentar recuperar los viñedos con los consiguientes gastos económicos en mano de obra e insumos, que no siempre resultan viables.
Según informaron productores, el lunes 18.1.21 está previsto una reunión con representantes del Ministerio de Agricultura para analizar la situación
AGROVOZ