AJN.- El virólogo Dr. Leslie Lobel, de la Universidad de Ben Gurion, Israel, está desarrollando una vacuna al estudiar los sistemas inmunológicos de los sobrevivientes de la enfermedad. El científico cree que están a tres o cinco años de llegar a lo que llama un “cocktail” que consista en la cura y una terapia que pueda ser desplegada ni bien se detecta un brote de la enfermedad.
“Este brote es realmente solo una progresión de lo que ha estado ocurriendo”, dijo el científico sobre la enfermedad, la cual hasta ahora ha matado a más de 1.600 personas desde marzo.
El virus se contagia de persona a persona a través del contacto directo con fluidos corporales. Los individuos infectados normalmente presentan síntomas de la enfermedad de ocho a diez días después de haber estado expuestos. Éstos son similares a una gripe pero en casi la mitad de los casos la persona comienza a tener una hemorragia. Pronto, las venas comienzan a filtrar fluido. Esto lleva a una baja presión extrema que causa daños a órganos internos.
Lobel, cuyo interés en el Ébola comenzó cuando estaba en la Universidad de Columbia en Nueva York, antes de emigrar a Israel en el 2012, ha estado viajando a África Occidental cinco veces por año para su investigación.
Él y su compañera investigadora Dra. Victoria Yavelsky están asociados con el ejército americano y con el Instituto de Investigación de Virus Uganda para encontrar el modo de obtener una inmunidad a largo plazo ante la enfermedad usando anticuerpos monoclonales humanos. Para esto estudia los sistemas inmunológicos de los sobrevivientes de la enfermedad.
La cercana colaboración con los militares estadounidenses ha sido clave ya que los científicos de la Universidad de Ben Gurion no pueden trabajar con este virus en Israel. Hay muy pocos laboratorios de alta contención en el mundo y no hay ninguno en facultades israelíes.
El objetivo del equipo es desarrollar una vacuna pasiva compuesta por componentes preformados del sistema inmunológico, que podría proveer una protección inmediata contra el virus.
El Dr. Lobel cree que están a tres o cinco años de llegar a lo que llama un “cocktail” que consista en la vacuna y una terapia que pueda ser desplegada ni bien se detecta un brote de la enfermedad.
JC