ORIGINAL DEUTSCHE WELLE
Discalculia: qué hacer si todo cálculo es gran dificultad
Pese a su origen genético, la discalculia puede ser enfrentada con éxito, sobre todo si se la detecta de manera oportuna. Pero ahí precisamente está la dificultad.Diferentes ejercidios y dinámicas pueden ayudar a contrarrestar los efectos de la discalculia.Imagen: picture alliance/dpa/F. Leonhardt
No saber si el número ocho es mayor o menor que el número cinco. Dificultad para contar objetos y reconocer cantidades. Todos estos pueden ser signos de que una persona está afectada por discalculia. La causa es un trastorno neurobiológico. «Es genético», afirma Annette Höinghaus, portavoz de la Asociación Federal de Dislexia y Discalculia de Bad Münstereifel, en Alemania. «Los niños no desarrollan automáticamente una comprensión de las cantidades como otros niños, aunque sean tan talentosos como los demás». Esto puede dar lugar a discapacidades hasta bien entrada la edad adulta, si no se detecta a una edad temprana.
«La discalculia aún no es tan conocida en Alemania como la dislexia, a menudo no se reconoce y el diagnóstico se hace tarde», lamenta Höinghaus. Según algunos estudios, entre el tres y el siete por ciento de las personas sufren discalculia, definida según la CIE-10, el sistema de clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la Asociación Federal, los costes de la terapia normalmente deben ser asumidos de forma privada; en algunos casos, los cubre la Oficina de Protección de la Juventud.
«Las señales de alarma suelen poder reconocerse ya en la edad preescolar”, afirma Susanne Kraut, de Alzenau, cerca de Aschaffenburg. Es terapeuta de discalculia desde hace unos diez años y en 2022 viajó a través de Baviera hasta el Ministerio de Cultura en Múnich para crear conciencia sobre la discalculia. Pero muchos padres y profesores no pueden identificar los síntomas, dice. No se trata sólo de anomalías en el recuento y el manejo de cantidades. Los problemas con la coordinación ojo-mano también podrían ser un indicio. Los niños afectados a menudo evitan hacer rompecabezas, jugar con Lego o incluso pintar.
Es necesario observar signos corporales como la coordinación entre ojo y mano, que pueden ser indicios indirectos de discalculia.Imagen: Kaiser/Caro/picture alliance
Kraut cita como señales los frecuentes errores de cálculo al contar con los dedos, los problemas con la transición a las decenas o el hecho de que se inviertan los dígitos o se utilicen métodos de cálculo incorrectos en el primero y segundo grado. Kraut: «Se nota cuando los deberes de matemáticas nunca terminan por la tarde y la asignatura se asocia con la ansiedad en la escuela».
Como resultado, a menudo se observa ansiedad ante los exámenes o la escuela. El trastorno por déficit de atención y el trastorno por hiperactividad a veces pueden ocurrir en paralelo. Además, en ocasiones pueden aparecer trastornos de adaptación e incluso depresión. «Desafortunadamente, me ha tocado vivir varias veces que incluso alumnos de primero o segundo grado han expresado pensamientos suicidas debido a sus problemas de matemáticas y a la situación en la escuela», relata la terapeuta. Se refiere a un estudio publicado en 2019 en el «Deutsches Ärzteblatt” que demuestra que la probabilidad de desarrollar síntomas depresivos y posteriormente quedarse sin empleo es mayor.
La discapacidad invisible
«Los padres recurren a mí cuando han encontrado un psiquiatra infantil y juvenil y han recibido un diagnóstico para su hijo, que a menudo lleva demasiado tiempo», dice Kraut. El objetivo de la terapia es fortalecer la autoestima del niño y centrarse en sus fortalezas y talentos.
Es importante un entrenamiento especial de las habilidades matemáticas: los requisitos básicos deben almacenarse en la memoria a largo plazo, como por ejemplo las tareas de suma y resta en el rango de números hasta 20 con transición a decenas, como explica Kraut. Para «comprender” los cálculos, las tareas se resuelven primero con materiales, luego de forma pictórica y simbólica, y sólo después con números. Por ejemplo: si el problema matemático es 12 menos 5, primero se utiliza una barra de decenas y un cubo de unidades, luego sigue la representación con puntos rojos para las unidades y una línea azul para la barra de decenas, y solo después los cálculos con números.
La discalculia es una condici´n genética y por sí misma no implica falta de talento, advierten especialistas.Imagen: Thomas Trutschel/IMAGO
Los padres pueden ayudar enseñando al niño a comprender cantidades y números de forma lúdica en la vida cotidiana, pesando cantidades juntos al cocinar u hornear, midiendo distancias y practicando la comprensión del tiempo con el niño, como añade Höinghaus. Las experiencias de éxito son importantes.
«Muchas veces, un niño que ya está en tercer grado todavía tiene el nivel de matemáticas de un alumno de primer grado”, explica el experto. Por eso es aún más importante que los profesores se reúnan con los estudiantes donde están y demuestren comprensión por el hecho de que los niños aún carecen de muchas habilidades aritméticas básicas. Al igual que en el caso de la dislexia, aboga por compensar las desventajas en forma de tiempo extra o provisión de ayudas para los exámenes y el trabajo de clase.
Ambos expertos piden que la discalculia sea reconocida a nivel nacional. «En algunos estados federados existe la posibilidad de compensar las desventajas o de dar calificaciones más conservadoras durante la educación primaria», explica Höinghaus. Pero esta posibilidad termina en la escuela primaria según el sistema educativo actual.
DEUTSCHE WELLE