Dinamarca se convirtió este miércoles en el primer país del mundo en descartar por completo el uso de la vacuna de Astrazeneca contra la covid-19.
La decisión la justificó el jefe de la Agencia Danesa de la Salud, Soren Brostrom, por la incertidumbre levantada por su posible vínculo con la aparición de raros casos de trombos.
«Hay un riesgo potencial de reacción entre la vacuna y un nivel bajo de glóbulos blancos, sabemos que hay una conexión temporal, entre una y diez semanas después de la vacunación», dijo Brostrom.
La Agencia Europea del Medicamento había decidido incluir los inusuales trombos como «un raro efecto secundario» de la vacuna de AstraZeneca.
BBC MUNDO