La onza de oro se cotizaba a las 11:45 hora de Londres a 1.551,52 dólares, el precio más alto de los últimos cuatro meses. «Las tensiones entre Estados Unidos e Irán han hecho que el oro haya remontado acercándose a su techo de los últimos seis años y medio alcanzado en septiembre», aseguró a la agencia AFP Carlo Alberto De Casa, analista de ActivTrades.
Considerado como un valor refugio, el metal amarillo suele apreciarse en épocas de incertidumbre política o económica. En el mercado London bullion la onza de oro llegó a venderse a 1.546,22 dólares a eso de las 14:15 horas, contra 1.510,56 del viernes pasado antes del cierre de los mercados.
El cobre, en cambio perdió mucho terreno este viernes, después de haberse devaluado un poco a comienzos de esta semana. Según un tweet de Ole Hansen, analista del Saxo Bank, este descenso del metal rojo ilustra «una renovada aversión al riesgo», ya que la omnipresencia del cobre en la industria le vuelve muy sensible a las variaciones de las expectativas de crecimiento mundial y ha hecho que se le bautice como «Dr. Cobre», ya que actúa como un termómetro de la actividad económica global.
Este 3 de enero a las 14:10 en el London Metal Exchange (LME), la tonelada de cobre se transaba a 6.145 dólares en comparación con los 6.214 dólares del viernes pasado.
La tensión eleva los precios del petróleo más de 4%
El petróleo en tanto sufrió un alza en su cotización ante el miedo de perturbaciones en su producción en Medio Oriente, un aumento que llega en un contexto de reducción de la producción decidida por los países de la OPEP en diciembre.
El barril ganó más de un 4% generando presión sobre las líneas aéreas dependientes de combustible: las acciones en Wall Street de American Airlines perdieron 5,47%, las de Delta 2,33%, JetBlue 3,28% y United Continental 3,14%.
Las principales compañías petroleras americanas, en cambio, Chevron, ConocoPhillips y ExxonMobil, fueron de los pocos valores en mantenerse en verde en Wall Street. En París, por su parte, Total ganó 0,93% y TechnipFMC un 1,98%. Shell subió su cotización en Londres (+1,51%) y Ámsterdam (+1,36%).
«La cuestión no es saber si Irán va a responder o de qué manera», dijo Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, sino que «para los mercados el elemento clave es el impacto que la respuesta de Irán pueda tener sobre los precios del petróleo».
Más categóricas fueron las declaraciones de Réda Aboutika, analista del corredor en línea XTB: «Irán podría bloquear el Estrecho de Ormuz, apoderarse o incluso atacar a los petroleros. Por supuesto, tales acciones provocarían una reacción rápida de terceros países y esto podría conducir a una guerra total en el Medio Oriente».
Caídas o equilibrios mínimos en las bolsas
En cuanto al comportamiento general de las bolsas, Wall Street cayó fuertemente en su apertura este viernes. A las 15:00 GMT, su índice estrella, el Dow Jones Industrial Average, descendió en un 0,65%, a 28.680,63 puntos. El Nasdaq perdió 0,76%, quedando en 9.023,14 puntos y el índice S&P 500 cayó por su parte un 0,61%, llegando a 3.237,82 puntos.
Este descenso es aún más visible pues llega después de una remontada de los índices en Nueva York debido a la perspectiva de un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos para poner fin a la guerra comercial que les enfrenta y que despertó las esperanzas de un aumento del crecimiento mundial.
Los mercados bursátiles europeos cayeron el 3 de enero por la mañana pero no acentuaron demasiado sus pérdidas durante el día. Alrededor de las 14:55 GMT, la Bolsa de París resistió (-0,10%) y el FTSE-100 en Londres se mantuvo tímidamente en verde (+ 0,07%). Más terreno perdieron Frankfurt (-1,28%) y Milán (0,44%).
En cuanto a los mercados asiáticos, Hong Kong (-0,32%) y Shenzhen (-0,05%) terminaron en declive y Shanghái terminó con un aumento moderado (+ 0,27%). Tokio, cerrada por las celebraciones de Año Nuevo, no abrirá hasta el lunes 6 de enero.