Expertos internacionales lamentaron que entre todos los países de América Latina no exista un acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19, en un momento en que se vive una carrera contra esta enfermedad para «salvar vidas».
«Hay países de América Latina que han recibido las vacunas con muchas anticipación», lo que les ha permitido colocarse por delante en la batalla contra la pandemia, señaló Cuauhtémoc Ruiz, del Departamento de Familia, Promoción de la Salud y Curso de Vida de la Organización Panamericana de la Salud.
Durante un foro organizado por la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés), el especialista resaltó incluso que la ausencia de equidad se centro de los mismos países, en detrimento de poblaciones vulnerables como la indígena y la afrolatina.
Los expertos señalaron que varios países en desarrollo han experimentado un acceso deficiente a las vacunas, la principal arma para combatir el virus, en parte porque los países más ricos pudieron negociar más rápido y directamente con las empresas farmacéuticas.
María Aileen Marty, profesora de enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina Herbert Wertheim de la FIU, puso de relieve los resultados alentadores que las vacunas producen hasta el momento en la «carrera contra el virus», como lo refleja la caída de contagios en Estados Unidos.
En el caso de América Latina, donde los casos ascienden a 17,7 millones y las muertes están cerca de las 462.000, destacó la importancia de que las autoridades sanitarias y políticas se dirijan con respeto y transparencia, para contrarrestar la falta de confianza hacia las vacunas en algunos sectores de la población.
A su turno, Marco Safadi, jefe de Departamento de Enfermedades Infecciosas Pediátricas del centro médico Santa Casa, en Sao Paulo (Brasil), resaltó la importancia de proteger los programas regulares de inmunización, que durante la pandemia han sido afectados en términos de recursos.
Recordó que México lidera la tabla de muertes por casos reportados, con el 9 %; seguido de Ecuador, con el 5,3 %; mientras que Estados Unidos, Chile y Canadá son los países con la mayor proporción de población con al menos la primera dosis de la vacuna.
Durante el encuentro se aludió a la variante P.1, que apareció a principios de diciembre en Manaos, Brasil, y a mediados de enero ya había provocado un resurgimiento masivo de casos en esta población de 2 millones de personas.
Ester Sabino, profesora del Departamento de Enfermedades Infecciosas y Parasitarias en la Universidad de Sao Paulo, manifestó que la cepa, de mayor transmisión, está ahora distribuida en todo Brasil debido al tránsito de unas 100.000 personas por esas fechas desde Manaos, donde por lo demás se han identificado otras cepas.
Estimó que la inmunidad de rebaño se logrará luego de que el 60 % de la población adquiera anticuerpos, ya sea por la vacuna o por haber sido contagiados con la covid-19, y que mientras tanto los casos seguirán aumentando en este país.
EL MODELO ISRAELÍ
De 6 millones de personas elegibles para ser vacunados en Israel, 4,6 millones ya han sido al menos una dosis de la vacuna y de ellos 3,2 millones han recibido la inmunización completa (dos dosis), señaló en el foro Chaim Rafalowski, coordinador de Gestión de Desastres de la organización del país Magen David Adom.
«Está a la cabeza de los más vacunados», resaltó Rafalowski, tras poner de relieve el 92 % de inmunización entre todos los que pueden recibir la vacuna, así como que todos los internos y trabajadores en los geriátricos de este país ya han sido vacunados.
Puso de relieve que hayan inmunizado a la población solo con la vacuna de Pfizer, para así unificar los criterios, además de la coordinación centralizada del programa nacional en esta materia, del que fueron parte unos 400 centros de vacunación.
«El caso de Israel refleja la efectividad de las vacunas para reducir muertes por la covid-19 en los adultos mayores», recalcó el experto.
El especialista añadió que en el país asiático no se tiran las vacunas y por el contrario se aplican aunque el receptor no sea parte de los grupos prioritarios, lo que incluye a indocumentados.
Expresó, no obstante, su preocupación por una posible ralentización en el proceso de vacunación entre el cerca de 1,5 millón de quienes pueden vacunarse y que cree se debe a la desconfianza entre ciertos grupos y a una corriente «antivacuna».
Los participantes destacaron también los beneficios que pueden suponer en América Latina el rastreo y las iniciativas para la fabricación de vacunas en los mismos países de la región.
EFE – AURORA