Cómo armar una abonera en cinco pasos
Una idea para transformar y reutilizar los desperdicios que se descartan en los hogares. Con uno o dos baldes, se adapta a espacios pequeños y mejora el suelo de huertas, jardines o plazas.
Desde cáscaras de frutas y verduras hasta la yerba del mate y el pasto recién cortado, en general se desecha la mayor parte de los desperdicios generados en los hogares. Pero, ¿sabías, todos esos restos orgánicos pueden volver a utilizarse?
De hecho, hasta el 42 % de los materiales descartados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) podrían transformarse en abono, estimó un estudio de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En esa línea, especialistas del INTA destacan cuáles son las claves para preparar un buen compost y explican, paso a paso, cómo fabricar una abonera con baldes de plástico.
Los suelos de las ciudades suelen estar muy deteriorados y compactados, debido a la intensa actividad humana. Esto perjudica su fertilidad, dificulta la producción y, para recuperarlos, es fundamental incorporar abono que puede preparar cualquier persona en su casa, incluso en un departamento pequeño.
Sumada a muchas otras alternativas de agricultura urbana, esta tecnología para la huerta familiar se desarrolla en la guía Mi casa, mi huerta que será lanzada en los próximos días a través de Ediciones INTA. Este material, realizado por Janine Schonwald y Francisco Pescio –ambos técnicos del Prohuerta del INTA–, contiene procedimientos que explican paso a paso cómo iniciar una huerta en la ciudad, adaptada a pequeños espacios como balcones, terrazas y patios.
¿Qué puede agregarse en la abonera?
Cáscaras de frutas, verduras y huevo, restos de infusiones –yerba, café y té–, hojas y pasto cortado. No obstante, los técnicos no aconsejan incluir comida elaborada, carnes, lácteos, grasas, plásticos, latas, vidrio, pañales y excrementos de ninguna clase.
De acuerdo con el estudio de la Facultad de Ingeniería de la UBA, de 2011, en Capital Federal, el 41,5 % de la basura está formada por restos de alimentos; el 19 % equivale a plásticos; el 16,6 %, a papeles y cartones y el 6,7 %, a residuos de poda y jardín.
Por su parte, en el AMBA casi el 38 % de la basura generada corresponde a desechos alimenticios. Le siguen los plásticos, con un poco más del 15 % y, en el tercer puesto, los residuos de poda junto con los papeles y cartones, que rondan el 14 %.
La abonera, paso a paso
Al prescindir del suelo, el sistema de tachos apilables facilita la producción de abono en el ámbito urbano. Fue diseñado por Daniel Lépore, técnico del Prohuerta del INTA AMBA.
Materiales necesarios: baldes de pintura de 20 litros con sus respectivas tapas y limpios.
1. Realice varias perforaciones en el fondo del balde para asegurar el drenaje
2. Incorpore diariamente los residuos orgánicos y tape la abonera cuando finalice. Después de algunas semanas, agregue un núcleo de lombrices.
3. Una vez completo el primer envase, coloque un segundo balde por encima del primero –también con su fondo perforado– y comience a arrojar desperdicios en este.
4. Deje que el primer envase continúe con el proceso de descomposición. El abono estará listo cuando ya no puedan distinguirse los materiales incorporados. En el caso de haber agregado lombrices, verá que estas se habrán multiplicado.
5. Al terminar el compostaje del primer envase, reinicie el ciclo.
Sugerencias para tener una abonera en casa
• Riegue la abonera con frecuencia y evite exponerla directamente al sol en verano.
• Mezcle su contenido cada dos o tres días y, sobre todo, durante el período de agregado de residuos.
• Ubíquela cerca de alguna rejilla para facilitar el drenaje de los líquidos originados durante el proceso de compostaje. El exceso de materiales húmedos genera putrefacción y eso alienta la aparición de olores desagradables.
• Con el objetivo de agilizar la descomposición, es conveniente comenzar el compostaje con una base de abono ya elaborado.
• La duración de este proceso depende de la temperatura. Se calcula un período de dos meses en verano y de cuatro, en invierno.
• Cuando el compost está en su etapa de maduración, la incorporación de lombrices rojas californianas permite la transformación de ese abono en lombricompuesto, un sustrato con mayores propiedades nutritivas