La impresión 3D y otras tecnologías digitales ayudan a realizar cirugías odontológicas
El uso de estas herramientas permite aplicar técnicas mínimamente invasivas, más efectivas y precisas, afirmaron especialistas en un encuentro en Buenos Aires.
(10/06/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El uso de impresoras 3D y otras herramientas digitales está revolucionado la odontología en Estados Unidos y Europa. Y desde hace unos años, un grupo de especialistas argentinos se está “subiendo a ese tren” para mejorar la atención de sus pacientes.
“La tecnología digital aplicada a la odontología permite diagnósticos y tratamientos más predecibles. Además ayuda a que los pacientes participen de manera interactiva con sus dentistas en la definición de los objetivos a alcanzar”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir Santiago Caram, odontólogo de la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza), en el marco de la II Jornada Nacional de Impresión 3D organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
A partir de imágenes de alta definición obtenidas de escáneres intraorales y tomógrafos dentales, o mediante la digitalización de modelos bucales convencionales, es posible crear ilustraciones en 3D con una computadora y diseñar modelos de trabajo, piezas dentarias, prótesis, guías de colocación de implantes y aparatología de ortodoncia casi invisible.
El doctor Guillermo Agustín Deza Marín, especialista en cirugía y traumatología buco-máxilo-facial por la Facultad de Odontología de la UBA, describió otra aplicación de la tecnología.
“Atendimos el complejo caso de una mujer joven con una enfermedad que produce piezas dentales de más”, describió Deza Marín, quien para abordar este desafío contactó a Esteban Barreiro, artista 3D orientado a la fabricación digital del grupo “3DLab”.
Con las imágenes tomadas con un tomógrafo dental, Barreiro empleo un software de libre acceso y armó con una impresora 3D un molde de resina plástica idéntica a los maxilares de la paciente. Así el odontólogo pudo realizar un ensayo previo a la cirugía. “Cuando entré a la sala de operación, ya sabía cómo tenía que proceder para extraer los dientes sobrantes sin dañar otras piezas o tejidos. Nos da una aproximación muy cercana a la realidad”, afirmó Deza Marín, quien agregó que redujo el tiempo del procedimiento de seis a tres horas.
“La paciente evolucionó perfectamente bien”, señaló. Para el especialista, sería importante que los hospitales contaran con diseñadores que manejen estas tecnologías en forma transdisciplinaria con los médicos y odontólogos.
El encuentro fue organizado también por otras carteras del Gobierno Nacional y por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en la sede de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).