PUBLICADO EN THE LANCET En Ceará, Brasil, el chikungunya mató más que el dengue en la última década
Se descubrió por primera vez un brote ocurrido en el sur de Tanzania en 1952. «Chikungunya» es una voz del idioma Kimajonde, la cual significa «doblarse», en alusión al aspecto encorvado que toman los pacientes debido a los dolores articulares.
Julia Moioli | Agência FAPESP – En Ceará, estado con el mayor número de casos de chikungunya (77.418 casos) registrados en el país, el número de muertes por la enfermedad en los últimos diez años fue superior al del dengue, que se transmite por la misma mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus . Hubo 1,3 muertes por mil casos diagnosticados (la tasa de mortalidad por dengue es de 1,1 por mil). La conclusión es del estudio epidemiológico más grande y completo sobre el tema, que acaba de ser publicado en The Lancet Microbe.. Con base en los análisis, los investigadores involucrados en el trabajo también pudieron determinar el patrón de diseminación de la enfermedad y los factores de riesgo que podrían servir de base para la elaboración de estrategias efectivas de control, prevención y tratamiento.
EN LA IMAGEN En primer plano Shirlene Telmos, del Laboratorio Central de Salud Pública de Ceará y Unicamp, y junto a Mariene Amorim, de Unicamp ( foto: colección personal
Cuando el virus que causa la fiebre chikungunya (CHIKV) fue introducido en Brasil, hace casi una década, los especialistas en arbovirus (enfermedades causadas por virus transmitidos por artrópodos) creyeron que repetiría la dinámica que ya había presentado en otros países, como India, por ejemplo: una o, como mucho, dos olas cortas y explosivas, con exposición de gran parte de la población, seguidas de un paréntesis considerable de años. Sin embargo, lo que se observa son epidemias consecutivas y casos récord en las Américas, más de 1,2 millones registrados. Es importante recordar que no hay vacunas ni medicamentos disponibles para prevenir o tratar la infección.
A diferencia del dengue, cuyo virus causal puede presentar cuatro genotipos distintos y por lo tanto causar cuatro eventos de contaminación, el CHIKV no debería causar reinfecciones. Y, para comprender las causas del patrón americano diferenciado de diseminación, investigadores del Imperial College (Reino Unido), del Laboratorio de Salud Pública de Ceará, del Ministerio de Salud, de las universidades Estaduales de Campinas (Unicamp), de São Paulo (USP) y Federal de Roraima (UFRR) y la Rama Médica de la Universidad de Texas (Estados Unidos) se concentraron en datos de secuenciación genómica, distribución de vectores e información epidemiológica de casos confirmados.
El estudio, apoyado por la FAPESP a través de tres proyectos ( 16/00194-8 , 18/14389-0 y 19/24251-9 ), reveló que, entre marzo de 2013 y junio de 2022, el país enfrentó siete olas epidémicas, con 253.545 laboratorio- casos confirmados en 3.316 (59,5%) municipios. Cada región actuó como un “pequeño bolsillo” de la enfermedad y se vio afectada de manera diferente en cada momento. En Ceará, los municipios que más sufrieron en las dos primeras oleadas fueron los que sumaron el menor número de casos en la tercera.
“Los resultados muestran que la dinámica de dispersión del chikungunya es diferente a la observada en el caso del dengue y, probablemente, del zika: no está reinfectando a la población, sino provocando brotes explosivos en lugares con baja exposición previa al virus”, explica William Marciel de Souza , investigador de la Rama Médica de la Universidad de Texas, quien comparte la primera autoría del estudio con Shirlene Telmos Silva de Lima, investigadora del Laboratorio Central de Salud Pública de Ceará y del Departamento de Genética, Evolución, Microbiología e Inmunología de la Instituto de Biología de la Unicamp (IB-Unicamp). “Como Brasil es un país de dimensiones continentales y el mosquito transmisor está prácticamente presente en todos los municipios, vivimos en un ciclo sin fin”.
“También cambiamos un paradigma importante con este estudio: que solo el dengue es una enfermedad grave, el chikungunya, además de debilitante, también es mortal”, agrega Lima.
El mapeo también señaló factores de riesgo involucrados en infecciones sintomáticas, más prevalentes en mujeres, y en muertes, más frecuentes en niños y ancianos, que tienen sistemas inmunológicos menos fortalecidos.
Salud pública
Según los investigadores, el panorama trazado por el estudio indica que las epidemias posteriores de chikungunya no terminarán sin intervenciones de salud pública – como evidencia, citan el surgimiento de una nueva ola este año, esta vez en Minas Gerais, Mato Grosso do Sul y Tocantins.
“Considerando el tamaño continental de Brasil, con más de 5 mil municipios, nuestro trabajo aporta conocimiento para estudios posteriores para determinar y priorizar áreas más susceptibles al chikungunya, lo que ayudará en la creación de acciones más focalizadas por parte de los agentes de salud pública”, dice de Souza. “Además, capacitar a los médicos que atienden grupos más susceptibles a la muerte para realizar intervenciones con agilidad”.
El profesor del IB-Unicamp José Luiz Proença Módena destaca la importancia de la vigilancia permanente para detectar focos de circulación del virus e intervenir con medidas de control vectorial y manejo de pacientes Muchas de las inferencias de este trabajo solo podrían hacerse a partir de la secuenciación del genoma del virus y la única razón por la que no pudimos profundizar más fue la falta de datos. Es necesario invertir en estudios relacionados no solo con el chikungunya, sino con otros virus que circulan en el país, como los arbovirus amazónicos”, dice Módena, quien coordina el Laboratorio de Estudios de Virus Emergentes (LEVE) de la Unicamp.
La investigación también recibió el apoyo de instituciones como Burroughs Wellcome Fund, National Council for Scientific and Technological Development, Global Virus Network, Medical Research Council y Wellcome Trust.
El artículo Dinámica espaciotemporal y recurrencia del virus chikungunya en Brasil: un estudio epidemiológico se puede leer en: www.thelancet.com/journals/lanmic/article/PIIS2666-5247(23)00033-2/fulltext .