CARPOCAPSA. LOS PRODUCTORES CONOCEN EL PROBLEMA: SÓLO RESTA ACTUAR…

Carpocapsa: sistema de alarma para control . – La carpocapsa” o “gusano de la manzana y de la pera”, es la principal plaga del manzano, peral, nogal y membrillero. El insecto, que pertenece al grupo de las mariposas y polillas, produce daños irreversibles sobre la fruta debido a que las larvas (estado juvenil del insecto) se alimentan en el interior de la misma alcanzando las semillas.

Fecha de Publicación: 15 de Octubre de 2014
Por María Eugenia Iglesias
Ciclo biológico de la Carpocapsa
Los daños se visualizan en un comienzo como un orificio rodeado por una especie de “aserrín” característico en la parte externa del fruto. Este es muy pequeño y de color claro cuando la larva hace pocos días que ha penetrado el fruto y se va haciendo más voluminoso y más oscuro a medida que la larva va creciendo.

 

carpocapsa

 

Controles y aplicaciones para contrarrestar la plaga

El control químico debe realizarse en el momento oportuno, es decir, antes que la larva se introduzca en el fruto. Para determinar este momento, se brinda un servicio de alarma que se basa en la temperatura ambiental y las capturas en trampas especiales para la especie – Ese método se conoce como “Sistema termoacumulativo para Carpocapsa o carpogrados”.

De esta manera, se realiza el cálculo de los “grados-día acumulados” usando el promedio de tres temperaturas diarias – 9, 15 y 21 hs – al cual se le resta el umbral mínimo de desarrollo de la plaga (10ºC). Paralelamente, se colocan trampas de feromonas, que son sustancias que atraen a los machos, y permiten reconocer los niveles poblacionales de la especie.

 

Las alarmas se emiten cuando se registran los siguientes carpogrados: 250, 400, 700 y 1650. En la página web del INTA Chubut pueden consultarse los carpogrados que se van registrando. (www.inta.gob.ar/chubut ).

De acuerdo a lo analizado por la Dra. Silvina Bado – investigadora del INTA Chubut, especializada en control y manejo de plagas y enfermedades – los productos que pueden emplearse para pequeños predios son Cipermetrina, tierra de diatomeas, y aceites minerales aptos para pequeñas superficie y de baja toxicidad.

De todas formas, “hay que tener en cuenta que toda aplicación es un riesgo para nuestra salud y para el ambiente, y es sumamente importante que se tomen las medidas adecuadas” remarcó Bado, como el uso de indumentaria correcta para la aplicación, dosificación adecuada, guantes, máscara, entre otros implementos para protegerse de posibles intoxicaciones.

 

Existen alternativas no contaminantes que implican la implementación de franjas de cartón corrugado alrededor del tronco. Las larvas que habitualmente empujan en el tronco, lo harán en el cartón. Luego de un mes -aproximadamente – de la colocación de estas fajas, se quitan y queman, o entierran. De este modo, se estará bajando la población.

Es útil, además, retirar los frutos dañados (distinguibles por los orificios realizados por la plaga) con el fin de no dejar que las larvas continúen su desarrollo. La eliminación de fruta afectada también disminuye el inóculo. Tener flores alrededor de los frutales favorece la proliferación de enemigos naturales que combaten naturalmente a esta plaga.

Para consultas sobre esta temática puede comunicarse con la Dra. Silvina Bado al correo electrónico bado.silvina@inta.gob.ar, o al teléfono (0280)444-6658

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