Finalmente se concretó la venta del 50% del frigorífico Lorsinal al grupo chino Sundiro Holding Co Ltd. que en 12 meses tendrá la opción de adquirir el restante 50%. El negocio involucra un monto total de US$ 36 millones (por el 100% del frigorífico), confirmaron a El País fuentes vinculadas a la operación.
El negocio estaba previsto desde mediados del año pasado, pero se demoró y finalmente se concretó en los últimos días.
Mientras, el frigorífico seguirá gestionado por su actual propietario, Roberto Pérez Paternoster.
Según señaló el director de Tardáguila Agromercados, Rafael Tardáguila, inicialmente el grupo chino Foresun Group —que ya posee en Uruguay el frigorífico Rosario— iba a adquirir el otro 50% pero, finalmente no forma parte de la operación.
El comprador, el grupo Sundiro, opera en la industria del carbón en China. La compañía está involucrada en la minería del carbón, produce y vende motocicletas y vehículos y posee empresas de transporte internacional y da servicios de logística,
El Lorsinal tenía deudas con el sistema financiero por US$ 6,01 millones a fin de mayo, según los datos de la Central de Riesgos del Banco Central. Está calificado como 2A (deudores con capacidad de pago adecuada) tanto por el Banco Santander como por el banco HSBC, que es con quienes tiene créditos.
A partir del año 2010, si bien la planta estaba aprobada para todos los mercados, comenzó un proceso de ampliación para conseguir la aprobación para los mercados que requieren faenas rituales (Kosher y Halal). Este año, el proyecto de ampliación recibió la Autorización Ambiental Especial por parte de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
NEGOCIO. La compra-venta del Lorsinal, es la tercera que se concreta en lo que va del año.
El mes pasado, el grupo brasileño JBS —golpeado por un hecho de corrupción que involucra a sus propietarios y al presidente norteño, Michel Temer— vendió sus operaciones en Argentina, Paraguay y Uruguay por US$ 300 millones al también brasileño Minerva Foods. En Uruguay, esa venta involucra al frigorífico Canelones. Minerva ya era propietaria del PUL y el Carrasco.
A su vez, a fines de mayo se concretó la llegada del grupo japonés NH Foods (Nipponham), que compró la totalidad de las acciones del frigorífico Breeders &_Packers Uruguay en US$ 135 millones.
Con estos movimientos, el 41% de la faena está en manos de grupos brasileños, 5,5% en manos de grupos chinos y el 7,5% en manos del grupo japonés.
“El Mercosur es una de las principales zonas carniceras del mundo. Nos comparamos con el resto de los países del Mercosur y tenemos una situación de acceso a mercados mejor que el conjunto de los demás países. Hay un valor del sistema de producción cárnico que, sin duda, para el que quiere invertir en el negocio, con una mirada de largo plazo, es muy fuerte”, había dicho el presidente del Instituto Nacional de Carnes, Federico Stanham cuando se concretaron estos negocios previos.
El jerarca había remarcado que el sector tiene varios atributos: la producción con razas británicas, la producción natural, la prohibición por ley de usar hormonas y antibióticos durante el engorde, los mercados y su seguridad jurídica. A eso hay que sumarle también la trazabilidad obligatoria de todo el rodeo bovino.
Para el presidente del INAC, “Uruguay ofrece una cantidad de atractivos para el inversor en cuanto a la calidad del país, a la seguridad jurídica, al bajo índice de corrupción y cumplimiento de normas. Puede haber países similares al nuestro y que se den otras condicionantes de seguridad jurídica. Se combinan las dos cosas”.
El País