Desde que los astrónomos lo identificaron de inmediato lo categorizaron como un objeto potencialmente peligroso. Su trayectoria y velocidad contribuyeron a predecir que cada cierto tiempo el objeto coincide con el área segura del planeta. De impactarse contra la Tierra, el bólido liberaría una energía equivalente a 2,600 millones de toneladas de TNT.