Investigadores del CONICET trabajan en el desarrollo de alternativas que permitan el reemplazo de animales en ensayos de seguridad
IMAGEN CLAUDIO BERNARD, ENSEÑANDO FISIOLOGÍA CON ANIMALES
BUENOS AIRES “Nos propusimos incorporar metodologías que ya cuenten con guías de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y que tengan aceptación regulatoria de los principales organismos internacionales para ponerlos a disposición en Argentina por primera vez”, señaló María Laura Gutiérrez.
En 2016, y en el marco de la Plataforma de Ensayos Preclínicos EBAL, el Laboratorio de Métodos Alternativos al uso de Animales (LMA-EBAL), dependiente del CONICET y con sede en el Instituto de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, puso en marcha una iniciativa con el fin de desarrollar alternativas que permitan el reemplazo de animales en ensayos de seguridad solicitados para diferentes productos de uso humano previo a su registro.
“Nos propusimos incorporar metodologías que ya cuenten con guías de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y que tengan aceptación regulatoria de los principales organismos internacionales para ponerlos a disposición en Argentina por primera vez”, señaló María Laura Gutiérrez, investigadora del CONICET y directora del LMA.
El LMA-EBAL ganó este año un subsidio del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación para adquirir equipos y otras herramientas con el fin de fortalecer su capacidad para brindar asesoramiento a empresas biotecnológicas, farmacéuticas, cosméticas y de tecnología médica, entre otras.
“La mayoría de los ensayos que realizamos en el LMA, entre los que se encuentra un modelo de epidermis humana reconstruida, (realizados a partir de células madre epiteliales de piel humana obtenidas, por ejemplo, de donantes durante cirugías plásticas) no sólo tienen el gran valor de reemplazar el uso de animales sino que además mejoran la predicción obteniendo resultados más confiables de los que se obtienen en animales”, destacó Claudia García Bonelli, profesional principal del CONICET y responsable de Calidad de EBAL.
Estos ensayos, realizados en tejidos humanos producidos a nivel de laboratorio y a partir de células dérmicas, oculares y de otro tipo, permiten determinar la seguridad para la salud (niveles de irritación, corrosión y fototoxicidad) de productos cosméticos, de limpieza, fitosanitarios, fármacos y dispositivos médicos en desarrollo.
Otro de los objetivos del LMA-EBAL es poner a disposición todo su conocimiento para que las empresas de Argentina que quieran comenzar a realizar ensayos sin animales puedan hacerlo, a través de capacitaciones y convenios.
En este sentido, desde hace tres años el LMA-EBAL acompaña a Laboratorios Bagó en la incorporación de métodos alternativos en su planta de City Bell para evaluar sus productos cosméticos.
“Un trabajo similar venimos haciendo con el Laboratorio Biofucal que presta servicios a la industria y que es uno de los pocos laboratorios monitoreados por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA) para las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) en este tipo de ensayos”, destacó Gutiérrez.
El equipo del LMA-EBAL también está integrado por la investigadora del CONICET Julieta Roco, las becarias doctorales del CONICET Mariela Lenze y Martina Benedetti, el becario posdoctoral del CONICET Pedro Ramírez, y Silvia Wikinski, investigadora del CONICET y directora de la Plataforma EBAL.
Por último, vale destacar que en 2013 la Unión Europea prohibió el uso de animales para evaluar cosméticos, ingredientes y otros productos y desde hace décadas alienta el desarrollo de metodologías alternativas para lograr el mismo objetivo. Además, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y otros organismos también promueven ese tipo de prácticas.
Fuente: CONICET