Wikipedia define el concepto de empresas de comidas rápidas a aquellas dedicadas a producir en masa comida que es preparada y servida de forma muy rápida.
Por Gourman
Al ser masiva, se generan economías de escala y se logran precios tremendamente bajos. Pero sin duda, no existe “almuerzo gratis” en este mundo. Es decir, hasta ahora es imposible obtener comida muy nutritiva, deliciosa, sumamente barata, preparada de forma masiva y muy rápidamente. Así que obviamente, existe algo que se sacrifica para poder servir un platillo en dos minutos, en el vecindario de dos dólares por persona.
No vamos a desarrollar sobre las técnicas y los procesos que sufren los alimentos para lograr estos precios. Pero los sacrificios son evidentes.
Hay otra definición que usualmente está vinculada a ciertas comidas rápidas: Comida chatarra. Nuevamente, Wikipedia la define como alimentos con alto contenido de azúcares y grasas. Es decir, la comida que con un consumo reducido proporciona un altísimo porcentaje de la grasa o carbohidratos que el cuerpo necesita en su dieta diaria.
En este caso, la categoría es más abierta, y entran en ella no solo los alimentos que se consumen en locales de comidas rápidas”, sino también algunos que están disponibles en las góndolas de los supermercados y tiendas.
Más allá del daño que el consumo frecuente o excesivo de este tipo de alimentos pueda causar a la salud, es importante entender que también destruye el gusto.
Pocas cosas contribuyen a distorsionar más este sentido, el del gusto, que el consumo de azúcar, bebidas azucaradas, grasas en exceso o catalizadores como el glutamato monosódico, componentes usados en alto grado en este tipo de alimentos.
Restaurantes que se manejan bajo el concepto de franquicias masivamente distribuidas en el mundo, en mucho caen en los mismos problemas debido a los procesos utilizados para lograr volumen.
En días pasados sin embargo, ante buenas recomendaciones, visitamos uno de estos, Kosher Pita Grill, ubicado en la esquina de Víctor Emilio Estrada y Las Monjas, Guayaquil,. Siendo muy adverso al concepto de fast food, este tiene platos muy rescatables. Los kebab, tanto en plato como en sándwich, así como los falafel, la focaccia y los Schnitzel no estuvieron mal.
De calidad muy superior a lo que uno espera en un restaurante de este tipo.
Cuarenta años después del crecimiento del fast food, nace en Italia el movimiento contrario, el slow food, que propone el placer y conocimiento en la gastronomía, volviendo a los conceptos de Epicuro de hace XXV siglos, así como los de nuestro colega.
Sin embargo, los restaurantes fast food cumplen en el mundo una importante función, alimentan, o más bien dan de comer por dos o tres dólares a miles de millones de personas. Mas nuestra recomendación es que si usted tiene un presupuesto algo mayor a eso, y por lo menos 30 minutos para el almuerzo, hágase un favor y trate slow food.
gourman- El Universo