La pesca cultivada realizada en tierra ofrece ventajas
JAPÓN
Junio 17, 2016
Empresas de distintos sectores que no pertenecen a la pesca están entrando en el negocio del cultivo en tierra de los peces y camarones, con la esperanza de producir artículos de especialidad en regiones alejadas del mar. En comparación con la acuicultura convencional en el mar, las plantas en tierra hacen que sea más fácil encontrar un lugar, comenzar y mantener la calidad del producto en forma estable.
Kitz, una empresa proveedora de válvulas de precisión basada en la prefectura de Chiba, vecina de Tokio, se aventuró en la construcción de plantas de cultivo de peces en el año 2012, cuando inicio la construcción de instalaciones en los profundos bosques montañosos de la Prefectura de Nagano, en el centro de Japón. La compañía está probando allí el cultivo de dorada y otros peces. El funcionamiento de la planta es muy automatizado y necesita mano de obra humana solamente dos horas al día.
La acuicultura no suena como que tiene mucho que ver con la fabricación de válvulas, pero la tecnología de purificación de agua establecida por Kitz ayuda en el nuevo campo. La planta convierte el agua del grifo en agua de mar químicamente y luego se purifica y la hace circular en los tanques de peces.
Debido a que los peces de cultivo viven en espacios pequeños y cerrados, la enfermedad puede propagarse rápidamente. El control en la utilización de las fuentes de agua exteriores reduce el riesgo de que los agentes nocivos ingresen en los tanques donde se crían los peces.
Kitz planea comenzar a vender sus instalaciones de acuicultura «interiores» a partir de marzo del año próximo, con la esperanza de alcanzar ventas anuales de JPY 500 millones (USD 4.77 millones). El fabricante japones de válvulas de precisión se asoció en Europa, en mayo pasado, con una empresa que opera plantas en tierra. La compañía ya está lista para comenzar la producción comercial a gran escala de estas plantas en tierra.
Poniéndole marca al pescado para obtener ganancia
El agua subterránea a una temperatura estable ayuda al crecimiento más rápido de la caballa.
West Japan Railway, o JR West, la empresa más importante de ferrocarriles de Japón, y el centro de investigación pesquera de la prefectura de Tottori tienen planes para hacer crecer la caballa, o Saba, en tierra.
La caballa es un pescado muy popular en Japón y en toda Asia, pero la gente rara vez lo come crudo porque el pescado es propenso a los parásitos y por lo tanto, es muy común comerlo a la parilla o asado a la plancha.
El proyecto utiliza agua de mar subterránea que sale de la tierra cerca del centro de investigación y piletones para el engorde, lo que reduce el riesgo de que el agua esté contaminada con parásitos. Otra ventaja con el uso de las aguas subterráneas es su temperatura estable, que puede ayudar a los peces a crecer tres veces más rápido en un año que en el mar.
Este pez particular, ahora se vende como alimento de marca, la caballa y el sashimi ya están disponibles en los restaurantes de Japón.
En comparación con el cultivo de peces convencional en el mar, una de las desventajas de la acuicultura continental es el alto costo de inversión de capital y funcionamiento de las instalaciones. Si una planta adopta un sistema de recirculación, los costos aumentan aún más.
Mientras tanto, en la prefectura de Niigata, IMT Engineering ha tenido éxito en la acuicultura anual de 25 toneladas de camarón blanco utilizando el sistema de recirculación para el engorde. La compañía está pensando en la construcción de una nueva planta para aumentar la producción.
«Podemos hacer ganancias si somos capaces de producir 100 toneladas de camarones al año,» dijo Yukishi Tomita, presidente de la compañía.
Nippon Suisan Kaisha, empresa líder en la pesca de Japón también conocida como Nissui, se está preparando para entrar de lleno al sector. Ya ha obtenido tierras en la prefectura de Kagoshima en Kyushu, al sur de Japón, y ahora está haciendo pruebas para la comercialización. Su objetivo es cultivar 200 toneladas de camarón blanco al año dentro de los próximos tres años.
Ami Yamada / Nikkei