Frente a la partida de Bruno Bologna, padre académico, amigo y compañero de ruta, queremos darnos un momento de reflexión para medir la dimensión de su legado como profesor, pensador y formador en valores humanos.
Lo recordaremos siempre activo, luchador, generador de proyectos, con una vida entregada enteramente a la investigación en Relaciones Internacionales, que se trasuntó en su dedicación al CENTRO DE ESTUDIOS EN RELACIONES INTERNACIONALES DE ROSARIO (CERIR), atento tanto a los detalles más pequeños como a la generación de grandes ideas.
Supo compartir y convocar a otros colegas en nuestro medio y en diferentes ámbitos y asociaciones a nivel nacional e internacional.
Cumplió acabadamente la tarea del “maestro”, que no hace pan sino que reparte levadura. Por ello seguirá siempre entre nosotros.
Miryam Colacrai, Gladys Lechini y el Equipo del CERIR